El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, acusó ayer a Francia y Alemania de ser un "freno para la integración" de la UE. Monti atribuyó a las presiones de esos países la decisión del Gobierno italiano de sustituirle por Rocco Buttiglione como miembro de la Comisión Europea.

En una entrevista publicada ayer por Il Corriere della Sera , el comisario explicó que el primer ministro, Silvio Berlusconi, le había prometido que seguiría en Bruselas. El viernes, el Gobierno designó para el puesto de comisario al ministro italiano de Política Comunitaria. Según Monti, el Ejecutivo italiano debería comprender que necesita tener en Bruselas "un árbitro fuerte y justo", y que "no conviene para parecer simpáticos a los poderosos hacerles favores que no restituirán".

El político instó a Berlusconi a "comprender que Francia y Alemania, a las que la UE debe mucho, representan hoy en día un freno a la integración". Al hilo de ello, se mostró orgulloso de "no haber hecho muchos amigos en París y Berlín" por haber aplicado las reglas a ambos países "como a los demás".

Monti consideró "un éxito" de la Europa de los 25 que para la presidencia de la Comisión "se haya nombrado al portugués Durao Barroso y no al candidato de Francia y Alemania".