La experiencia en telecomunicaciones de Neelie Kroes (Holanda, 1941), que fue ministra del ramo en su país, fue uno de los motivos de su nombramiento en el 2004 como comisaria europea de Competencia. Durante cinco años, luchó por bajar el precio de los SMS y las llamadas en el extranjero. Desde el 2010, es vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la Agenda Digital.

--¿Qué deberes tiene que hacer España para reducir el desempleo juvenil, cumplir los objetivos de la Agenda Digital y salir de la crisis?

--Primero, hay que hablar de educación. Es muy importante que los jóvenes atrapen las oportunidades de esta economía digital, que de alguna manera aprendan a programar, porque hoy en día todos los trabajos están conectados con la tecnología. Otro aspecto a tener en cuenta son las start-ups. Es importante que todos, gobiernos, Comisión Europea y regiones consideren un reto que haya más. En Europa, en los últimos dos años, las start-ups han creado más de 800.000 empleos.

--Como comisaria de Competencia, fue una de las mujeres más poderosas de Europa...

--Yo era el árbitro y tenía que controlar que todos siguiesen las reglas del juego. Ahora mi trabajo es más creativo, de innovación e investigación. Es que Europa vuelva a ser líder mundial en tecnología.

--Compañías como Nokia o Alcatel han perdido el liderazgo...

--Tiene razón. Debe ser un toque de atención. ¿Por qué no lo son? Porque no hay un mercado fuerte y sano de las telecomunicaciones. Aún somos número uno en nanoelectrónica, fotónica, microelectrónica. Mi pesadilla es que importemos el software de una parte del mundo y el hardware de la otra, que nosotros solo consumamos. Estamos en una urgencia, tenemos recetas para acelerarlo, y por eso presionamos al Parlamento para crear un mercado único de las telecomunicaciones.

--¿Cómo será este mercado?

--Las telecomunicaciones ya no son solo voz. El big data lo está cambiando todo. Nuestra propuesta es dar un paso real hacia un mercado único. Necesitamos realmente que los actores compitan, pero que también tengan más oportunidades, incluidos los operadores pequeños. Necesitamos inversiones para lograr la mayor infraestructu-ra posible de conexiones rápidas. Debemos competir al mismo nivel que los del lejano Oriente, Estados Unidos y Latinoamérica.

--¿Cuándo se aprobará?

--Espero que antes de las elecciones al Parlamento Europeo (mayo del 2014).

--Y esto, ¿lo acabará notando el consumidor en la factura?

--Hablamos de un sistema en el que haya una relación entre lo que cuesta realmente el servicio y la factura. Por ejemplo, no hay ningún tipo de relación en el roaming, que habla de fronteras pero en Europa ya no existen. En las llamadas internacionales hay una estructura similar, y con nuestra propuesta nos desharemos de esos extras en la factura. Pero también hablamos de transparencia. Si un consumidor paga por un servicio de alta velocidad, debe saber si realmente lo disfruta, y no solo de vez en cuando.