La economía española ha vuelto a una senda de crecimiento, y ahora viene lo más difícil, que es traducir ese empuje en creación de empleo, corrección de las desigualdades y reducción de la pobreza, tres cuestiones en las que España se ha situado a la cola de los países desarrollados por la magnitud y la gestión de la crisis. "Cuando la casa se incendiaba, no era difícil saber qué había que hacer, apagar el fuego (...). Ahora los retos son menos claros, más complicados. Ya no son tan evidentes como bajar el déficit. Ahora son retos de segunda y tercera derivada", afirmó ayer en Madrid Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En este sentido, Gurría opinó ayer que en general, la reforma fiscal propuesta por el Gobierno "va en la dirección adecuada para impulsar la oferta de empleo y la inversión", pero se queda corta, ya que "podría hacer más para dar prioridad al empleo y mantener una distribución justa de la carga impositiva".

MENOS CUOTAS, MÁS IVA En opinión de la OCDE, el Gobierno debería haber apostado por una rebaja clara y permanente de las cotizaciones sociales para los salarios más bajos. Gurría criticó la tarifa plana de 100 euros a la Seguridad Social introducida por el Gobierno por considerar que "es regresiva e implica un impuesto mayor para los trabajadores con baja retribución". Según la OCDE, es ineficaz pues "no puede esperarse que medidas de índole temporal (solo para el 2014 y para los dos primeros años de contrato) vayan a estimular plenamente la contratación a largo plazo o los planes de inversión".

La pérdida de recaudación por la rebaja de cuotas que plantea la OCDE debería ser compensada básicamente --según Gurría-- con un aumento del IVA (a través de una traspaso al tipo general del impuesto de bienes y servicios que hoy tributan a tipos reducidos). También se plantea subir el impuesto sobre bienes inmuebles y los tributos medioambientales para compensar la merma recaudatoria por las cuotas.

Además, Gurría defendió la completa eliminación de la deducción por compra de vivienda y revisar la fiscalidad de las sociedades de inversión de capital variable (sicav) en las que se refugian fortunas familiares. El secretario general de la OCDE opinó ayer que el nuevo régimen de fiscal del ahorro beneficiará a las rentas más altas y planteó que todas las rentas (del capital y del trabajo) tributen al mismo tipo marginal del impuesto sobre la renta.

La OCDE teme que la reforma fiscal conlleve una pérdida de ingresos mayor de lo previsto y pide al Gobierno "prudencia" para no verse abocado a mayores recortes del gasto. Pensando en los presupuestos del 2015, el organismo opina que "deberán elegirse cuidadosamente las medidas de consolidación correspondientes al 2015 y a ejercicios posteriores para reducir al mínimo sus efectos perjudiciales sobre el crecimiento y la igualdad" y advierte contra recortes en educación y sanidad.

GUINDOS, A LA DEFENSIVA En compañía del ministro Luis de Guindos, Gurría presentó ayer en el Ministerio de Economía el informe bianual de la OCDE sobre la economía española. Para salir al paso de las críticas a la reforma fiscal que en tono amable había expresado el mexicano Gurría, Guindos defendió que España ha tomado muchas medidas, tanto en materia de impuestos como para reducir la factura que pagan los empresarios por sus empleados.

Según Guindos, la reforma del IRPF reducirá las retenciones de los trabajadores a partir del 1 de enero del próximo año. En su opinión, esta medida combinada con la tarifa plana de 100 euros para la contratación indefinida supondrá una reducción de la cuña fiscal (diferencia entre lo que paga una empresa por tener a un empleado y lo que ese empleado se lleva a casa) del 30% en el salario medio.

EL RITMO REFORMISTA Antes de la presentación del informe, Ángel Gurría se entrevistó con el Rey y después, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para repetir su mensaje principal: que la economía española ha dado un giro, a su juicio, ejemplar por las reformas acometidas, pero que hay que mantener "el ritmo y el rumbo" de estas para acometer el "desafío principal" de España que es el desempleo.