La planta de Opel en Figueruelas podría decir adiós a los expedientes de regulación de empleo (ERE) el próximo 31 de julio, fecha en la que expira el que está todavía vigente y que afecta al conjunto de la plantilla. El aumento de la actividad este año como consecuencia del lanzamiento del Mokka y del nuevo Corsa y las buenas expectativas para el 2015 apuntan en esta dirección, aunque no está claro que no haya que echar mano de algún día más de ajuste a partir de agosto. Ello supondría tener que activar un nuevo ERE, tal y como determina la nueva reforma laboral que no permite extender aquellos que ya están en vigor. "La voluntad de ambas partes --dirección y comité de empresa-- es la de no tener que abrir un nuevo expediente", por lo que "vamos a trabajar para evitarlo", señaló ayer a este diario el presidente del comité, Ramón Legarre.

Lo que parece claro es que la factoría de Figueruelas no va a agotar los días de ajuste que están en vigor hasta el 31 de julio. De momento, hay fijados seis días de paro para toda la plantilla hasta el 1 de julio, apuntó Legarre. Mientras se intenta buscar una solución ante posibles ceses de actividad, la plantilla afectada por los ERE va incorporándose progresivamente a la cadena de montaje.

316.000 UNIDADES El hecho de que Opel España tenga previsto fabricar 30.000 vehículos más de los que estimó a comienzos de año juega a favor de la hipótesis de que no habrá más ajustes a través de un ERE. Así, conforme avanza el año, los datos que llegan sobre pedidos son cada vez mejores. El último de ellos habla de 316.000 vehículos en el 2013.

Esta cifra crecería de forma notable en el 2015, año en el que las previsiones apuntan a una producción anual superior a los 400.000 vehículos.