El discurso de la recuperación económica llega fuerte y persigue dar a entender que lo peor de la crisis ya ha pasado y que poco a poco regresamos a la casilla de salida. Es una idea tranquilizadora que se sustenta en algunos datos, un incremento de actividad turística, un parámetro comercial escondido. Pero los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los procesos de ejecución hipotecaria por impago no acaban de encajar como debieran con esta visión en positivo. Así lo ve la asociación que ha abanderado la defensa de quienes no pueden pagar por su vivienda, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que hace un año impulsó una reforma legal que el Gobierno central se vio obligado a asumir para eliminar las cláusulas abusivas que la UE denunció.

"Los datos confirman que ninguna de las medidas que ha tomado el Gobierno han servido para reducir el alcance del problema", afirma Txell Teruel, una de las portavoces de la PAH. "La ley no sirvió para resolver la emergencia habitacional. La ley no funciona ni funcionará", afirma sobre la norma aprobada en el 2013 para subsanar las cláusulas irregulares. Aunque las ejecuciones globales crecen un 19,5%, hasta las 32.565, a efectos de la plataforma, que siempre ha centrado su activismo en las primeras viviendas, la cifra más relevante es la de las casas habituales por las que se inició proceso de ejecución hipotecaria en el primer trimestre del 2004: 9.464. Una cifra algo inferior a la del mismo periodo en el 2013: un 4,2% menos. Una diferencia escasa que casi coincide con el pequeño descenso de los desahucios en el primer trimestre del 2014: un 5% de reducción, en este caso según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que se conocieron a mediados de junio.

Teruel, por cierto, subraya la diferencia entre las cifras del CGPJ y del lNE sobre el primer trimestre del 2014. El primero habla de 24.000 aperturas de ejecución hipotecaria entre todo el tipo de viviendas. El segundo, de más de 32.000.

Como subraya el propio INE, no todos los casos acabarán en desahucio. En muchos porque las entidades bancarias son más propicias que antes a alcanzar acuerdos y facilitar daciones en pago. Y eso, sentencia Teruel, no es porque los bancos hayan querido cambiar de actitud, sino porque la presión del colectivo les ha obligado a hacerlo.

LA BURBUJA La burbuja inmobiliaria explotó a finales del 2007 e inicios del 2008, hundió los precios y convirtió lo que parecía oro negro en una pesada carga: la cantinela de que todo aquel que compraba un piso podría venderlo si algo iba mal se apagó. Los datos del INE indican que un 38,5% de las viviendas por las que se inició ejecución hipotecaria en el primer trimestre del 2014 habían sido adquiridas en los años previos, el 2006 y el 2007. Un 62,6% corresponden al periodo 2005-2008.

Por su parte, la asociación de consumidores Adicae consideró ayer "inexcusable" la necesidad de reabrir el debate hipotecario a la luz de la nueva estadística publicada por el INE y abogó por implementar un procedimiento concursal específico para los afectados.

Para esta organización, el informe del INE "se equivoca al destacar un supuesto descenso de las ejecuciones hipotecarias" iniciadas sobre viviendas habituales y soslaya el "alcance" de uno de los problemas: las 12.120 ejecuciones iniciadas sobre viviendas de personas físicas en el primer trimestre de 2014.

"Los datos siguen expresando el avance de la crisis hipotecaria y Adicae reitera la necesidad de reabrir el debate legislativo y político en materia hipotecaria", señaló la asociación. Más allá de porcentajes y tasas de crecimiento, este colectivo criticó que "pretende ahora darse por resuelta" la crisis hipotecaria cuando no se ha adoptado "ninguna reforma ni solución efectiva".