La pesadilla terminó ayer para los 57 trabajadores de la firma textil Cardenal Internacional (Cardinter), aunque existen sospechas de que la polémica seguirá rodeando este conflicto. Después de casi dos meses de huelga y siete nóminas sin cobrar, la plantilla firmó ayer un acuerdo con la empresa aragonesa por el que aceptan desconvocar los paros y regresar el lunes al trabajo a cambio de recibir hoy mismo el abono de tres de los salarios atrasados. Asimismo, acatan un calendario que contempla el pago de un sueldo y medio al mes, por lo que la deuda quedaría saldada el próximo octubre.

Estas son las mismas condiciones que se ofrecieron el pasado lunes y que, en principio, se rechazaron por considerarlas insuficientes. Fuentes sindicales destacaron que el pacto se ha alcanzado "por desgaste de los trabajadores, por necesidades económicas de los mismos y por otras circunstancias que han rodeado la negociación". Asimismo, mostraron "dudas importantes" acerca de que la empresa textil, especializada en confección de trajes de ceremonia para caballero, presente concurso de acreedores (ya está en preconcurso). "Todo apunta a esa salida porque sabemos que la deuda que tiene es muy alta y la refinanciación que ha renegociado con los bancos es insuficiente", desvelaron. "No estamos contentos con el acuerdo pero entendemos que era lo que correspondía porque los trabajadores no podían soportar más la situación de no cobrar", añadieron.

Cardinter obtuvo hace unos días el respaldo de varias entidades financieras para continuar con el negocio, una operación en la que intervino la sociedad de garantía recíproca Avalia a pesar de su deuda con sus actuales trabajadores y con anteriores despedidos.