El primer ministro chino, Li Keqiang, ha defendido este lunes la fortaleza del crecimiento económico de su país y ha subrayado que éste se mantendrá "en un margen razonable" en el futuro, en una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, después del encuentro que ambos han mantuvido en Pekín.

A pocos días de que China facilite los datos macroeconómicos del segundo trimestre del año, Li vaticinó, en declaraciones difundidas por la agencia oficial Xinhua, que las condiciones económicas "han mejorado" en ese periodo respecto al primer cuarto de 2014, pero que la potencia asiática "no puede ser complaciente".

"La economía china también se enfrenta a las presiones de una posible ralentización", señaló el jefe de Gobierno chino, quien subrayó que su Gabinete ha evitado adoptar desde su llegada al poder, en 2013, una política de estímulos a gran escala, y en su lugar se ha centrado en lograr un crecimiento moderado.

Pekín se ha esforzado especialmente en medidas reformistas como la eliminación de la burocracia a la hora de aprobar proyectos, la mejora de los procedimientos administrativos y la relajación de controles en la entrada de capital en el mercado, aseguró Li.

En la vertiente política, el primer ministro aprovechó su intervención para recordar que hoy se conmemora en el país el 77 aniversario del inicio de la guerra de China contra Japón (parte de la Segunda Guerra Mundial), y afirmó que "la paz sólo puede mantenerse si se mantienen en la mente las lecciones del pasado".

"Si la experiencia pasada no se olvida, será una guía para el futuro", expresó el primer ministro de China, país donde las tensiones con Japón han aumentado en los últimos días tras la decisión del gobierno nipón de modificar su Constitución pacifista.