Un total de 6.936 usuarios acudieron a los servicios de empleo de UGT-Aragón a lo largo del 2003, de los que 482 consiguieron un puesto de trabajo. Más de la mitad de éstos eran jóvenes menores de 30 años. El secretario regional de UGT-Aragón, Julián Lóriz, y la responsable de Empleo de la Ejecutiva del sindicato, Cristina Sola, presentaron ayer la memoria del pasado año de estos programas, que están cofinanciados por el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento de Zaragoza.

La responsable de Empleo del sindicato subrayó que el perfil de los usuarios de estos servicios era el de una mujer, inmigrante, de entre 25 y 35 años, con estudios básicos o medios, que lleva menos de tres meses en situación de desempleo y con experiencia laboral. Un 11% de los usuarios, precisó Sola, estaba en situación de mejora de empleo, lo que desvela la existencia de un trabajo precario que no satisface las expectativas de una parte de los trabajadores o que no se relaciona con su formación. Además, apuntó que sólo el 12% de los contratos realizados fueron indefinidos y casi la mitad no alcanzaron los seis meses de duración.

A lo largo del 2003, se han gestionado 381 ofertas de trabajo que suponían 1.045 puestos de trabajo y se ha logrado insertar laboralmente a 482 demandantes, de los que más de la mitad son jóvenes menores de 30 años. Uno de cada cuatro usuarios ha sido remitido a una oferta de trabajo y uno de cada cuatro candidatos enviados, ha sido seleccionado. Casi la mitad de los candidatos insertados han sido mujeres, mientras que el 11,9% de los colocados son mayores de 45 años.

Lóriz explicó que en el 2003, el desempleo continuó siendo "uno de los problemas fundamentales de la sociedad". Así, recordó que la tasa de paro en el país alcanzó el 11,2% y superó los 2 millones de parados, mientras que, en Aragón, la situación era más favorable, con una tasa del 6,2% y más de 30.000 desempleados. El responsable sindical mostró su preocupación por las características del desempleo en la comunidad para determinados colectivos, como las mujeres, con una tasa de paro del 9,9%, y los jóvenes menores de 25 años, con un índice del 14,7%, que sufren en mayor medida la temporalidad y la precariedad cuando acceden a un puesto de trabajo.

El dirigente de UGT reclamó políticas para favorecer la inserción laboral de estos colectivos, con una atención personalizada, además de una adecuación entre la oferta y la demanda. Consideró necesaria una mejora de la "credibilidad" de los instrumentos públicos de intermediación, ya que el 84% de los usuarios de los servicios de UGT-Aragón acudieron directamente a éstos, lo que revela "un alto nivel de desconfianza" respecto a los públicos.