Crear una empresa en plena crisis económica parece no tener muchos prescriptores. Sin embargo, la caída del consumo, el estrangulamiento del crédito y el desplome de la demanda interna no ha sido un impedimiento para Omnitec, que ha encontrado en las exportaciones la mejor vía para consolidar el negocio y crecer en el exterior. Esta empresa, dedicada a la comercialización de cajas fuertes, cerraduras electrónicas y minibares para hoteles, ha demostrado que las etapas de recesión económica también sirven para calibrar mejor los riesgos. "Tuvimos la suerte de empezar en el 2008, en plena vorágine, y ello nos permitió tomar más precauciones y adoptar decisiones que hubieran sido muy diferentes unos años atrás", afirma su socio fundador, José María Porta. "Siendo una empresa pequeña es más fácil crecer porque nuestra estructura no es tan pesada y no estamos hipotecados por grandes inversiones o créditos. Es la ventaja de nacer en mitad de la crisis; el dinero invertido debe ser productivo".

Los inicios

Esta pequeña firma previó la tormenta que se avecinaba y apostó por no tener naves ni oficinas en propiedad. Además, aprendió que la flexibilidad, tanto en personal como en costes, es un plus para mejorar la competitividad, y que el futuro pasa por la colaboración entre empresas. Del éxito al fracaso hay una delgada línea, a veces invisible, pero a Omnitec parece tener el viento a favor. Su máximo responsable reconoce que, de haberse constituido la compañía en los años de bonanza, la situación hubiera sido bien distinta.

El germen de esta compañía se remonta al 2005, año en el que la empresa de buzones BTV creó su división hotelera, aunque fue en el 2008 cuando Omnitec se convirtió en una empresa totalmente independiente de la matriz. La fórmula para relanzar el negocio consitió en el desarrollo de productos ligados al sector hotelero. En su primer año facturó casi un millón de euros y el 2013 cerró con 4,8 millones de euros en ventas. Pero Porta (38 años) no considera el éxito como algo que llegue en solo unos años, sino que se logra después de toda una trayectoria profesional. Eso, si se consigue. Y para ello la clave es la diferenciación, aunque no es la única, subraya.

Las cajas fuertes, los minibares y las cerraduras de Omnitec llegan a cientos de hoteles de todo el mundo. De hecho, el mercado exterior representa un 70% del total del negocio, con una fuerte implantación en Latinoamérica (el 40% del total de sus exportaciones), así como en Europa (25%) y África y Asia (un 10%). En España factura el 25% del total.

En las grandes cadenas

Las cadenas a las que vende esta empresa son prácticamente todas (Iberostar, Barceló, Silken, Meliá, Marriot, Hilton, Sofitel e Ibis, entre otras). La ventaja de trabajar en este sector es que los hoteles "no son muy favorables a cerrarse a un único proveedor", de ahí que la flexibilidad, la calidad del servicio y los costes jueguen un papel tan importante, asegura Porta.

La presencia en ferias de todo el mundo (Barcelona, París, Londres, Moscú, Atenas, Sao Paulo, Buenos Aires, Cancún o México DF) y los contactos continuados con estos gigantes del sector decantan la balanza hacia uno u otro proveedor, en función de las necesidades reales del establecimiento, el destino, las características del hotel, el servicio y los costes. No obstante, el mercado potencial de Omnitec también incluye residencias, casas rurales u hostales, entre otros. "Existen muchos nichos de mercado en nuestro sector, aunque la competencia también es alta", destaca Porta.

Una de las claves del crecimiento de Omnitec es la flexibilidad en personal y distribución, además de la colaboración con otras empresas (join venture). Al margen de estos aspectos, su "fuerte" --subraya Porta-- es el departamento de desarrollo de pro

ducto e investigación que permite a la compañía evolucionar y adaptarse a las necesidades del cliente. Un tercio de su plantilla (6 personas) trabaja en este área, mientras que el resto lo hacen en administración (3) y en tareas comerciales (7).

Las 25.000 unidades que comercializan al año de cada uno de sus artículos se fabrican en China, a través de una compañía que trabaja al 95% para Omnitec. El destino del producto es España, pero también distintos centros logísticos que tiene la compañía en Holanda, China y Polonia, entre otros países, lo que reduce de forma considerable los gastos. Además, cuenta con una red de distribuidores y de agentes comerciales que acercan los artículos a potenciales compradores, lo que también permite, además de tejer una red comercial, dotar a los hoteles de un servicio postventa. Y todo ello llega gracias a los acuerdos y a la colaboración empresarial establecida previamente.

"La colaboración con empresas (de transporte, distribuidores o fabricantes) es vital porque no se nace sabiendo y durante todo el proceso se aprende mucho". Además, "todo ello permite flexibilizar de manera muy importante los costes en un momento de alta incertidumbre por la crisis", afirma el socio fundador de Omitec.

Nueva división

Una de las novedades en las trabaja Omnitec es en la puesta en marcha de una nueva división comercial orientada al control de accesos en general (hogar, oficinas, empresas, sector público). Así, con la base de la experiencia conseguida a través del mercado hotelero, prevé dar el salto a otro nicho que "todavía tiene que experimentar un boom en lo que accesos electrónicos se refiere, subraya Porta. Será el siguiente paso de Omnitec.