El acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer no provocó satisfacción generalizada. Las organizaciones de consumidores aplaudieron el fin de la huelga, pero lanzaron una voz de alarma y pidieron que el acuerdo no implique una subida de los seguros para los conductores. Por su parte, Unespa contestó que "todavía es pronto" para hablar de un posible aumento de las primas.

Lo que está claro es que si las aseguradoras, finalmente, aumentan las tarifas que pagan a los gruistas, quedan dos opciones. La primera es que las compañías de seguros recorten beneficios. Y la segunda es que, para no perder dinero, aumenten el precio que pagan por sus seguros los automovilistas. Los consumidores creen que esta segunda opción tiene más posibilidades de convertirse en una realidad.

"INJUSTO PARA EL USUARIO" No debería ser así porque los usuarios ya pagan mucho por sus seguros", explicó ayer la portavoz de la Organización de Consumidores y Usaurios (OCU), Iliana Izverniceanu. Según sus estadísticas, las aseguradoras y los bancos son los sectores que más beneficios tienen. "No sería justo que los automovilistas terminaran pagando las consecuencias del acuerdo. Bastante han sufrido ya con la huelga", concluyó.

Ante el cúmulo de críticas a un posible aumento de las pólizas, las aseguradoras pidieron calma. Ya en la madrugada del viernes, la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, explicó que era "prematuro" sacar conclusiones.

Por otra parte, la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA) pidió ayer al Gobierno una regulación que garantice en todo momento el auxilio en carretera y rechazó la posibilidad de que el acuerdo entre aseguradoras y gruistas se traduzca en una subida de las primas.

AEA considera que el conflicto ya finalizado "ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los mecanismos de defensa de los ciudadanos, y de la Administración, para garantizar un servicio público esencial".