Las cooperativas agroalimentarias de Aragón facturaron en el 2016 alrededor de 1.000 millones de euros, un volumen de negocio que sigue la línea de los años anteriores, si bien la cifra escala hasta los 1.600 millones de euros si se incluyen las sociedades participadas por las cooperativas. La federación aragonesa también consiguió crear en el ejercicio anterior 3.000 puestos de trabajo directos.

Las cooperativas mantienen un ritmo de crecimiento sostenido, tanto en ventas como en empleo, a pesar de los bajos precios «marcados por la gran distribución», «la mayor dificultad» del ejercicio según reconoció ayer el presidente de la federación, José Víctor Nogués, en la asamblea general ordinaria celebrada en Zaragoza.

El 2016 fue un año «positivo» a pesar de «lo difícil que ha sido», según Nogués. La peor parte se la llevó el cultivo de la alfalfa, que no consiguió cumplir las expectativas debido a las «dificultades en la exportación». En concreto, los problemas vinieron marcados por unas ventas a China que no llegaron a ser las esperadas, por la fuerte competencia de Estados Unidos en este mercado y por unos precios a la baja. Sin embargo, la alfalfa siguió encabezando, junto con la fruta y el vino, la lista de exportaciones aragonesas dentro del sector agroalimentario.

Los resultados de la campaña del cereal lograron mantenerse gracias al aumento de la producción, aunque también soportó «precios muy bajos», según apuntó ayer el director de la federación, Felipe Gómez de Valenzuela. Otras producciones con problemas fueron el arroz, debido a «los bajos precios y a la disminución de superficie»; y, dentro de la ganadería, el sector cunícola, a pesar de que «está haciendo un gran esfuerzo por presentar el producto de formas distintas en los supermercados».

En el otro lado de la balanza se situó el sector porcino, cuya capacidad exportadora creció y consiguió «rentabilidades buenas» por «la bajada de los precios de los cereales y, por consiguiente, del pienso». El 2016 también fue un buen año para el sector frutícola, que aumentó su producción el 8%, supo buscar nuevos mercados para minimizar los efectos del veto ruso y sostuvo «unos precios moderadamente buenos» en el mercado internacional, según señaló Gómez de Valenzuela.

LAS PREVISIONES / Ahora la preocupación se centra en la actual campaña del cereal que, debido a una climatología adversa, se enfrenta a una producción baja, especialmente en la cuenca del Jiloca. Mientras, en la provincia de Zaragoza y de Teruel se espera una cosecha «media». Entre los sectores que previsiblemente salvarán la producción se encuentra el aceite, el vino y la almendra, según afirmó ayer Gómez de Valenzuela.

José Víctor Nogués aprovechó la ocasión para poner de manifiesto las dificultades que atraviesan las cooperativas aragonesas para poder competir con las multinacionales. «Se nos exige como a los demás pero no tenemos los medios de los demás», subrayó. Por ello, solicitó más ayudas dirigidas a la integración en las cooperativas, además de otras específicas para jóvenes y mujeres.

La federación aragonesa, que aglutina 160 cooperativas y cuenta con 47.000 socios, celebrará en octubre, en una fecha todavía por determinar, sus 30 años de vida.