El secretario de organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, conversó con EL PERIÓDICO DE ARAGÓN el pasado miércoles, poco antes de la gala de Aragoneses del Año que celebra este diario y antes de que trascendiera la extrema gravedad del ictus sufrido por Alfredo Pérez Rubalcaba que provocó su fallecimiento. Asimismo, al encontrarse en funciones y a escasas semanas de que haya un nuevo Consejo de Ministros, la entrevista se centró únicamente en contenidos políticos.

-La única propuesta conocida del presidente electo, Pedro Sánchez, es la de Miquel Iceta como presidente del Senado. Tiene una clara intención política...

-Es una forma de reivindicar el papel del Senado como lo que debe ser según el requerimiento constitucional: una cámara de representación territorial y no el de una cámara que compite con el Congreso. Es evidente que tenemos un desafío en Cataluña y el papel que ha jugado Miquel Iceta ha sido siempre el de la concordia y el de la apuesta por el diálogo desde el respeto constitucional y la integridad territorial del Estado. Puede hacer un papel adecuado desde esa sensibilidad por su activismo en Cataluña.

-No lo ven así otras formaciones constitucionalistas...

-Deberían verse reflejadas, porque el PSC ha trabajado con claridad enfrentándose al independentismo. Y las fuerzas independentistas deberían entender que forma parte de la cortesía parlamentaria el respetar que cada grupo parlamentario por su cupo tenga libertad de propuesta.

-¿Se ha despejado el camino tras las reuniones de Sánchez con Casado, Rivera e Iglesias?

-Ha supuesto apostar por la normalidad institucional, calmar la crispación y ha permitido que los ciudadanos puedan conocer las pretensiones de las fuerzas más representativas. El señor Casado ha dicho que será la oposición pero insta a Ciudadanos a que facilite la investidura, por lo que es consciente de que no hay otra alternativa de Gobierno y que este país necesita una gobernabilidad que le dé estabilidad. El señor Rivera sigue en campaña y su apuesta por la centralidad parece que es quedarse en el centro entre el PP y Vox, y no en el entendimiento entre los moderados. El señor Iglesias ha sido cauteloso y ha mostrado su colaboración desde la discreción.

-¿Eso significa que puede haber coalición con Unidas Podemos?

-Eso significa que la institucionalidad tiene sus procedimientos, sus limitaciones, sus ventajas y que las cosas exigen mayor madurez.

-¿Y cuál es su pretensión?

-Aunque siempre hemos reclamado que sea un Gobierno socialista, tampoco nos oponemos a que haya personas independientes de prestigio.

-Las autonómicas son distintas de las generales. ¿Temen que al PSOE le pueda ir ahora peor?

-En el caso de la Comunidad Valenciana, que han coincidido, no se han trasladado los mismos resultados. El elector sabe diferenciar. Es verdad que hay una tendencia pero ahora hay votantes que pueden apostar por formaciones más propias y que en las generales lo han hecho por una opción más útil o por el interés general. Eso lo hemos visto también en la Comunidad Valenciana. No sé lo que ocurrirá en Aragón, pero lo importante es que la ciudadanía se fije en lo que ha supuesto la labor del Gobierno de Aragón en favor de la mayoría, lo que ha supuesto para la estabilidad y eso se ha reflejado también en las elecciones de abril. El voto al PSOE es un voto de moderación, que no participa de la crispación. Lambán representa esto.

-El perfil de Lambán es distinto al de Sánchez. ¿Eso puede tener repercusión en las elecciones?

-Si nos fijamos, en cada comunidad autónoma hay un perfil muy distinto. (Ríe). En el PSOE no hay nunca un perfil único.

-¿Les preocupa que pueda haber una mayoría conservadora que les arrebate muchas autonomías y alcaldías?

-Sí, nos preocupa. Ya en el 2015 hubo acuerdos desde otra perspectiva y se podría dar este caso a la inversa. Pero el desmarque que hay entre las tres derechas se debe a una cuestión táctica de índole electoral visto el fracaso en las generales y también por la pugna por ver quién lidera la recomposición de un espacio fragmentado. Se sigue dando con claridad cuando ahora hay un pulso por ver quién lidera la oposición.

-¿Puede haber gobiernos socialistas en coalición con fuerzas distintas dependiendo los resultados de cada comunidad?

-Habrá que ver. Ya se ha dado otras veces. En Andalucía, Ciudadanos prestaba el apoyo al PSOE mientras en la Comunidad Valenciana lo hacía Compromís o en Castilla-La Mancha entró Podemos. En cualquier caso, en el 39 congreso del PSOE dimos un importante paso respecto a las políticas de alianzas, que deben estar sometidas a la militancia.

-¿También en las comunidades?

-Esto lo vamos a exigir.

-¿Recogerá el Gobierno la propuesta de Puig y Lambán de que el Estado pueda descentralizar administraciones en beneficio de ciudades como Zaragoza?

-Ahora el Gobierno está en funciones y en plena campaña. El 21 se constituyen las cámaras y estamos en un proceso de investidura. Respetamos la descentralización y que todos los territorios tengan un papel significativo en el Estado, pero no hay ningún planteamiento ahora mismo.

-Se rumorea que puede dejar de ser ministro y volver a ser portavoz. ¿Ya está decidido?

-¿Yo? Ya lo fui. Y ya se planteó tras la moción de censura. Es algo recurrente, pero no estamos en eso.