Nada es cómo antes.

Antes podía pasarme horas con una persona a gusto,

antes podía sentir el cálido aliento en mi nuca de la gente a la que abrazaba,

antes podía vivir,

antes sentía de verdad.

Necesito constancia;

cambios constantes,

aprecio constante

abrazos constantes,

ilusión constante.

Necesito la constancia que yo no sé aplicar en mi vida.

Sentía todo aquello que sabía que en algún momento iba a dejar de sentir, pero aun así, quería hacerlo.

Quería poder pasarme más de una noche llorando arrepintiéndome de la nada, solo sentía que necesitaba hacerlo.

Y creo que lo peor es que todo sigue igual, que la única que ha cambiado soy yo y que nada volverá a tener sentido.

Quiero sentir que soy útil.

Necesito sentir algo que me lleve más allá de lo que conocía.

Necesito que algo vuela a importarme.

Necesito quedarme, porque sé que irme no hará que algo cambie.

Necesito encontrar algo estable.

Necesito encontrarlo.

Necesito encontar(me).

Sé que no está bien aferrarse a algo hasta el punto de dar tu vida por ello, pero, creo que en cierto modo, lo necesito.

Necesito...

Nada.

No necesito nada si sabes que aquello que quiero es el todo.

Porque tú eras ese todo, ese todo que me erizaba la piel en cada momento.

Creo que te necesito.

Y ojalá no tener que hacerlo.