Además de las dudas sobre la privacidad de los usuarios, otro de los problemas que han afectado negativamente a Facebook y a otras redes sociales durante los últimos años, ha sido el de las noticias falsas o fake news. Las redes sociales son el canal principal por el que se difunden y propagan bulos o datos falsos que buscan desprestigiar a personas o colectivos, habitualmente con fines políticos.

Un ejemplo es lo que sucedió en Estados Unidos durante la campaña que condujo a Donald Trump a la Casa Blanca, y por lo que el propio Mark Zuckerberg tuvo que declarar en un juicio al detectarse que se habían propagado noticias falsas a través de esta red social con el objetivo de desestabilizar a su contrincante, la demócrata Hillary Clinton.

A raíz de aquella polémica, las redes sociales se han visto obligadas a endurecer sus protocolos contra las noticias falsas, aunque el periodista experto en medios sociales, Viriato Monterde, reconoce que es complicado. «Varios estudios indican que ya se comparten más noticias falsas que verdaderas, e incluso los propios políticos en sus campañas realizan afirmaciones que pueden ser cuestinables».

Por eso, los esfuerzos se centran ahora en enseñar a los usuarios a detectar cuando una noticia es falsa o no. En este sentido, han surgido iniciativas interesantes como el fact checking, «un tipo de periodismo contra la desinformación que coge noticias y afirmaciones de personajes públicos y las coteja para demostrar si son mentira», define el especialista.

En España, un ejemplo de fact checking lo encontramos en la web www.maldita.es, cuyo lema es Periodismo para que no te la cuelen. Esta engloba las plataformas maldito bulo, maldita ciencia, maldita hemeroteca y madita hemeroteca, que se dedican a desmentir informaciones y datos que se vierten, entre otros canales, a través de las redes sociales.