Al mirarse al espejo descubrió
que había una guerrera en su interior.
Hizo la maleta
Metió sus sueños y sus metas.
Cogió su maquillaje
y se tapó los moratones.
Con tiritas y vendaje
Tapó cada uno de sus temores.
Quiso llamar
pero no se atrevió
quiso llorar
pero ya no le salió.
Que si amar incluía la violencia
no lo volvería a hacer
porque era una maldición.
Pensó en dejarlo todo atrás
la discriminación y la maldad
porque para ella la igualdad
era una necesidad.
Buscó un trabajo para tener tarjeta
pero por si acaso
que no se le vieran las tetas.
Durante meses fue avanzando
y también independizando.
Al cabo de unos años
a su marido lo había denunciado.
Por fin la ley la había ayudado.
Quiso llamar
pero no se atrevió
quiso llorar
pero ya no le salió.
Que si amar incluía la violencia
no lo volvería a hacer
porque era una maldición.