A veces, camino por la calle, sola, sin saber muy bien por qué. Tal vez por aburrimiento. Tal vez por curiosidad. Hay un momento en el que me canso y me siento en el suelo. Sí, en el suelo, no suelo encontrar un sitio mejor. ¿Habéis pensado alguna vez en cómo se ve todo desde abajo? Todo cambia. Es una realidad totalmente distinta. Me he percatado de una cosa. Aunque haya algún que otro personaje, el 75% de la población se comporta de manera muy similar. Visten igual. Hablan igual. Compran lo mismo. Hacen lo mismo, pero… ¿Piensan en las mismas cosas? Yo, todavía sentada en el suelo de la calle Don Jaime, me lo pregunto. A ratos, mi mente me habla y me dice: «sí, piensan igual». En ese momento comienzo a hacer conjeturas sobre en qué estarán pensando. Al final, siempre, me lleva a la misma pregunta: «¿Nos pueden programar para pensar de una determinada manera?». Na, qué va. ¿O sí? No, no puede ser. ¿Y si…? ¡Que nooo! ¿Y si ya lo están haciendo?

En ese momento el murmullo azotante del follón, para. Es como si se detuviera el tiempo. La gente va a cámara lenta. Unos pequeños diablos se acercan a susurrar a los oídos de la gente, mayoritariamente a los que somos más jóvenes. Tienen nombres como medios de comunicación, estereotipos o consumo. ¡Oh, no! Es el apocalipsis. Nos van a convertir a todos en robots. ¡Vaya! Ya tengo a uno comiéndome la oreja, quita.

Pero espera… ¿Puede pensar un robot? Nunca me lo había preguntado. Es extraño pensarlo, pero… Puede ser nuestro futuro. Pero espera. Rebobina. ¿Cómo quiero saber si los robots piensan, si no sé qué es pensar? Bonita pregunta. El concepto del pensamiento está presente en un ahora mismo, pero no sé qué significa. Es como si escribiera sin saber lo que es una mano, un bolígrafo o un lápiz.

Pensar… pensar es todo y no es nada. Si no hubiera pensamiento no habría nada, aunque el pensamiento no existe. Es abstracto. Es un concepto que nosotros hemos inventado. ¿Inventado?… ¿Pensando? No imagino qué pasaría si no hubiera pensamiento. No habría emociones. Nunca sabríamos lo que es estar solo de verdad o lo que es la amistad. El no-pensamiento está acabando con todos nosotros. Todos como borregos. Todos igualitos. Muchas ovejas iguales que algún día pudieron ser negras, y muchas más ovejas negras que caerán en la tentación del no-pensar y se volverán ovejas en un mismo rebaño que ya será tarde de controlar.

Respondiendo a la pregunta de antes: no, los robots no piensan. Ellos no saben lo que es el calor de un abrazo como buen sentimiento, o la reflexión sobre la vida que te puedes llegar a plantear con una simple redacción de valores éticos. No. Ellos no piensan más que en ellos mismos, y ni siquiera eso, lo hacen otras personas por ellos. Así que no. No piensan. Y no voy a permitir que el mundo se vuelva una granja gigante de ovejas robot que van en fila como un ejército de no-pensamiento. No mientras yo siga pensando. Me levanto y me voy dispuesta a cambiar el mundo (de momento, en mi casa) y después, el mundo. No me dejaré llevar. Pensaré.