Hasta ahora, para que una persona trans pudiera cambiar su nombre y su sexo en el DNI, era necesario un diagnóstico médico y que la persona se sometiese a alguna operación o tratamiento hormonal, al menos durante dos años, para modificar su apariencia física.

Con la nueva ley que prepara el Ministerio de Igualdad, que dirige Unidas Podemos, todo estos requisitos ya no serán necesarios. Las personas trans podrán cambiar de nombre y de sexo en el DNI libremente desde los 16 años, y de los 12 a los 16 años con consentimiento de sus padres o tutores legales.

Desde Mañotrans, un grupo de jóvenes zaragozanos que ofrecen ayuda y acompañamiento a otros jóvenes trans que comienzan su transición, Noah celebra esta decisión ya que "esta reforma se lleva pidiendo desde hace mucho tiempo".

El proceso para que una persona trans vea en su carnet de identidad la letra F o M con la que se identifica no es ni sencillo ni rápido. "No solo son dos años de terapia hormonal --explica Noah. Desde que solicitas el tratamiento en la Seguridad Social hasta que te cogen puede pasar un año, y otro más hasta que el registro civil acepta tu solicitud. Es decir, cuatro años para tener esa seguridad en el DNI y no encontrar ninguna discriminación".

Cuando un adolescente trans empieza un tratamiento hormonal su cuerpo cambia y tiene una apariencia hacia la sociedad que no coincide con lo que pone en su DNI. Según Noah, esto «acarrea muchos problemas», como que una persona se dirija a ti con otro nombre o en un género que no es el tuyo.

Manifestación por el día de la visibilidad trans, que se celebra el 31 de marzo. FOTO: EL PERIÓDICO

Poder cambiar de nombre o de sexo libremente en el carnet «es una facilidad más», afirma. "Te da más seguridad, no tienes que dar explicaciones a nadie y te sientes mejor contigo mismo».

Argumentos en contra

Pero la futura ley no gusta a todo el mundo, pues hay quien argumenta que habrá gente que podría cambiar de nombre o de género simplemente para beneficiarse de las ventajas de ser hombre o mujer. Para Noah, la gente que dice estas cosas nunca ha hablado con una persona trans y no sabe cómo se sienten.

«No se ponen en nuestro lugar, es falta de empatía», reflexiona, y recuerda que «cambiarse de nombre o de género en el DNI exige mucho papeleo y mucho tiempo, no es algo que pueda hacerse fácilmente». Por otra parte, «ser trans nos es algo que se elija, no te levantas una mañana queriendo ser trans».

En cuanto a la libertad de elección de los menores, uno de los principales argumentos en contra de la ley es su falta de madurez para tomar una decisión tan importante en sus vidas.

«Se nos critica si lo sabemos desde muy pronto porque somos muy pequeños, y si lo sabemos de más mayores porque ya es tarde. Hagas lo que hagas te critican», dice Noah, que explica que hay personas que lo saben desde los 3 o los 4 años y otras tardan más. "Cada uno lleva su ritmo según la información que ha tenido y el apoyo familiar», apunta

Decidir sobre tu cuerpo

Decidir sobre tu cuerpoNoah cambió su nombre en el DNI hace tiempo sin aval médico ni tratamiento. «Al elegir un nombre neutro, en el registro solo te piden que demuestres su uso habitual con la tarjeta médica, la del bus, la lista de clase, etc.», detalla.

En cuanto a cambiar las letras F o M en su documentación, no sabe si lo hará: «Soy una persona no binaria y no me encuentro con la necesidad de cambiar mi género en el DNI. Quizá más adelante, si cambia la ley, me lo plantee».

Precisamente, la reforma de la ley supone un gran avance para que las personas trans elijan su propia identidad y vivan su vida de la manera que ellos quieran. «No todo el mundo que es trans quiere hormonarse, por lo que sea, y el que antes fuera necesario a mucha gente le obligaba a pasar por este trámite», explica Noah.

En este sentido, la nueva norma «da más libertad para que si no quieres hormonarte no lo hagas, y seas tú el que elijas lo que quieres hacer con tu cuerpo», así que «si cambia, está muy bien», concluye.

Concentración en de colectivos trans para reivindicar sus derechos. FOTO: EL PERIÓDICO

En la educación, depende del instituto

Además de la ley estatal para las personas trans, Aragón cuenta desde el 2018 con una ley de identidad de género que, entre otras cosas, protege los derechos de los estudiantes trans en los centros educativos, donde deben ser tratados por el nombre y género sentido y pueden usar baños o vestuarios de acuerdo a su identidad de género.

Noah, del grupo de jóvenes Mañotrans, explica que «depende mucho del instituto en que estés. Hay algunos que lo respetan y otros que ponen dificultades, centros y docentes que se niegan». Y admite que es difícil, «porque si dices algo o te quejas, al ser joven o menor te hacen menos caso».

Noha es estudiante de Grado Superior de Audiovisuales y asegura que hasta el momento no se ha encontrado ninguna barrera en su centro ni rechazo por parte de sus compañeros. «Incluso antes de cambiarme de nombre en el DNI, cuando le decía al profesor que el nombre de la lista no era mi nombre enseguida lo cambiaba».

Según afirma se nota un cambio de mentalidad aunque el colectivo trans sigue siendo, junto al resto de personas LGTBI, mucho más vulnerable al acoso escolar. «Si pasa en la calle, pasa también en el colegio», sentencia Noah.