Hoy en día vivimos en un tiempo en el que el amor no tiene definición, un tiempo en el que eso que conocemos como ‘amor’ es cada día más abstracto. Juan desea a María con locura, pero María está atenta a otras cosas más interesantes que Juan.

Como Juan no quiere parecer un desesperado por una chica, lo cual le haría perder su gran imagen ante sus amigos, decide ser el novio de Claudia; ella cree que Juan es el amor de su vida, y que él la ama. Tristemente no, Juan solo quiere a Claudia como ayudante para dar envidia a María, y que ella le preste atención; también para quedar bien ante sus amigos.

Entonces, viendo esto… ¿Cómo definimos el amor? ¿Como un capricho?

Natalia está casada con Pedro desde hace cinco años; hasta hace no mucho tiempo eran los más enamorados del planeta, por eso decidieron casarse; pero ahora se odian más que los peores enemigos.

¿Y ahora qué? ¿Acaso el amor es como un alimento y tiene fecha de caducidad?

Ahora veamos a Pablo y Lucía: Ellos también están casados, y Pablo opina que Lucía está un poco rara, pero, bueno, también piensa que ya se le pasará.

Resulta que Lucía no está tan preocupada de cómo esté Pablo, pues tiene alguien con quien se divierte mucho más, su amante.

Otra vez hemos vuelto a cambiar de definición. ¿Es el amor ese juguete del que un niño se ha cansado y compra uno nuevo para seguir pasándolo bien?

Quién sabe, probablemente cada persona tenga una definición distinta para su amor.