La directora catalana Ariadna Pujol retrata en el documental ´Aguaviva´ el choque cultural que produjo la llegada masiva de inmigrantes argentinos al pueblo Aguaviva, en Teruel, castigado por el despoblamiento rural. ´Aguaviva´, proyectada en la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián, es, según explicó su directora, "un viaje de fuerte impacto emocional que nos invita a reflexionar acerca del desarraigo, la dificultad de aceptar al desconocido y, en definitiva, la complejidad de la convivencia humana". Aguaviva tiene 700 habitantes, cien más que hace siete años.