El artista y disidente chino Ai Weiwei vive permanentemente vigilado y no puede salir de su país. En el 2011 las autoridades chinas le retiraron el pasaporte y le prohibieron los viajes al extranjero, pero ello no es óbice para que tenga una constante presencia internacional. Las tres muestras internacionales que tiene ahora y que incluye la que se inauguró ayer en Barcelona, más muchas otras, junto con todo aquello que está relacionado con su obra o su trayectoria vital de los últimos 14 años, léase, por ejemplo, la preparación del juicio que tuvo a raíz de las múltiples acusaciones que el Gobierno chino vertió sobre él (desde bigamia a fraude fiscal) o el reencuentro con la familia tras estar 81 días detenido e incomunicado en el 2009, Ai Weiwei lo ha trabajado y gestionado desde una inmensa mesa de madera que preside su estudio de Pekín y que rodean 10 sillas de la dinastía Qing. Mobiliario que hasta la fecha nunca había dejado su lugar habitual. Ahora, luce en el antiguo comedor barroco del Palacio de la Virreina en Baarcelona como avatar del artista y como evocación elocuente de su ausencia forzada. La pieza, que también actúa como dispositivo para el diálogo susceptible de ser usado por todo el que lo desee, cierra la exposición de Barcelona y le da nombre: On the table. Ai Weiwei. Y es, además, la pieza más grande de toda la muestra.

INCONFORMISMO La muestra, la primera antológica del artista chino en España, reúne 42 obras "que van desde el inicio de su trayectoria, hasta creaciones recientes hechas especialmente para la exposición, pasando por obras icónicas y conocidas", todos trabajos que "abordan temas fundamentales de su obra, como la multidisciplinariedad, el inconformismo, la disidencia y la condición mediática", apunta Rosa Pera, comisaria.

Objetos e imágenes que reflejan la vida y la experiencia de Ai Weiwei como artista y como activista comprometido y que, a la vez, documentan la realidad política y social de China. De ahí, la cronología que acompaña la exposición y que es imprescindible para entender la obra del artista y su actitud política en favor de la libertad de expresión y de los derechos humanos. Así, para comprender la instalación Box Your Ears es necesario conocer la implicación que Ai Weiwei tuvo en desvelar la verdad que el Gobierno escondía sobre el terremoto de Sichuan: más de 5.000 niños murieron por la mala calidad de las construcciones.

Y para entender el significado de los cangrejos de porcelana de la instalación He Xie es imprescindible saber que el Gobierno decidió demoler su estudio de Shanghái y que Ai Weiwei decidió celebrarlo con una cena --a la que no pudo asistir porque fue detenido-- en la que el plato principal eran 10.000 cangrejos. Piezas que juegan también con la confrontación de elementos o conceptos antagónicos: individualidad frente a colectividad, construcción versus destrucción, realidad contra falsedad, ideas muy presentes también en toda la creación de Ai Weiwei como lo está el gesto de la peineta.