El Espacio Bebé, ubicado en la plaza Eduardo Ibarra y gestionado por la Promotora de Acción Infantil (PAI) con talleres y espectáculos teatrales para niños de hasta tres años, se ha visto obligado a suspender su programación de los fines de semana al serle retirado el apoyo que recibía por parte del Ayuntamiento de Zaragoza en forma de Ayudas a la Cultura. Estas ayudas que ahora se niegan , a las que se accede mediante una convocatoria y que ascendían a 16.000 euros, habían sido concedidas en un principio a la PAI y corresponden al 2019, por lo que todas las contrataciones de compañías que se relizaron para la programación entre marzo y diciembre del pasado año deberán ser asumidas por completo por los gestores del espacio, causando un grave quebrando económico sus planteamientos.

«Nos dijeron que esto podía pasar ya en Navidad, pero como en principio habíamos obtenido las ayudas siendo el tercer proyecto mejor valorado, quisimos esperar hasta hablar con Zaragoza Cultural para ver las razones por las que ahora se nos negaban y manteniendo la esperanza. Ya que siempre nos las habían concedido, hacíamos una lectura política, pero nos dijeron que era cosa del interventor, que considera que no se pueden pedir ayudas a la institución con la que ya tiene conveniado la cesión del espacio», cuenta perplejo Jesús Pons (Titín), responsable de la PAI.

Titín Pons explica, que el acuerdo al que se llegó con el ayuntamiento hace ya siete años, y por el que pagan «tan solo 1.200 euros al año por el espacio, casi regalado», incluía que esta compañía se encargaba de organizar la programación «pero siempre contando con ayuda municipal», de ahí que no entienda por qué ahora se ha cambiado el concepto «cuando el acuerdo estaba por ocho años», que concluyen precisamente en este 2020.

Desde el ayuntamiento se explica que fue el consejo de administración de Zaragoza Cultural el que rechazó conceder esas ayudas en base a un informe de Intervención que recoge que la PAI no puede solicitar estas ayudas para unas actividades que están incluidas en las obligaciones de la concesión del contrato, por el cual se establece un canon de 1.219 euros para la adjudicación de la explotación del recinto y que en él la entidad ajudicataria desarrolle una programación. Un informe que se aprobó con los votos de PP, Ciudadanos y Podemos. Sin embargo, hasta este año, esas ayudas sí se habían concedido.

«El centro es deficitario, pero nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro que entendemos que la programación es un servicio público, pero no la podemos mantener solos», dice Titín Pons, que aclara que la primera medida que se ha tomado «es suspender las actividades teatrales del fin de semana, para no seguir endeudándonos más», si bien se mantendrán «tanto las actividades matinales ya programadas para colegios como la apertura libre de todas las tardes».

La intención, explica el responsable de la PAI «es volver a negociar un contrato diferente, pero que nos permita seguir con este programa el curso que viene», concluye.