POP Triste, pero balsámico; intimista, pero abierto y luminoso. Registrado al modo de la vieja escuela, a la captura de una interpretación orgánica, con coros y sin electrónica ni sampleos. Así es Morning Phase, el álbum más reciente de Beck, tras cinco años de silencio. Parece la continuación de Sea Change (2002), pero esta nueva entrega del hijo de David Campbell (responsable de los arreglos orquestales) va más allá: psicodelia onda The Byrds, country estilo Gram Parsons, ecos de Neil Young. Young-