Una isla grisácea. Un hospital pediátrico que aguarda el cierre. Una extraña dolencia. Una enfermera que entra a trabajar en el turno de noche para cuidar a los pocos niños que quedan por evacuar. Ruidos en la oscuridad. Roturas. Calista Flockhart ya camina por este fantasmagórico imaginario ideado por Jaume Balagueró para su tercer largometraje de suspense.

La actriz, que consiguió una enorme popularidad a raíz de la serie Ally McBeal , lleva días en Barcelona donde asiste a los ensayos y pruebas de vestuario de Fragile , una película que su autor califica como sutil, emotiva, engañosa, sorprendente y aterradora. Balagueró asegura que es mucho más emocional que sus otras películas. "Aborda lo que da más miedo, la muerte de los seres queridos. Sin sentimientos el miedo brota en un campo estéril".

UN CLASICO DE FANTASMAS

La intención es que Fragile llegue a perturbar. "Es de las que producen miedo de verdad, una historia clásica de fantasmas llena de pistas falsas y razones ocultas", cuenta Balagueró, impaciente ante la cercanía del inicio de un complicado rodaje en inglés, una superproducción de Fílmax, que comienza el próximo lunes. "Es de aquellas películas que no dejan respiro, que siempre sitúan al espectador en el límite emocional", cuenta el director Los sin nombre y Darkness .

El reparto, todo un reclamo para el público internacional, cuenta con Richard Roxburgh, el malévolo duque de Moulin Rouge ; Gemma Jones, la señora Pomfrey de Harry Potter y la cámara secreta , y Yasmin Murphy, una niña de 9 años que resultó finalista en un "eterno" --según el director-- casting , que tuvo lugar en Londres. "Es la revelación de esta película", augura. Elena Anaya y Daniel Ortiz son los actores españoles en esta producción en la que es indispensable hablar inglés.

Para Balagueró, Calista Flockhart es una actriz interesante, misteriosa. "La elegí por su aspecto vulnerable. Tenía que parecer frágil, física y psíquicamente". Ella es la enfermera, la protagonista absoluta de este relato escrito a cuatro manos.

Ambos han confeccionado los entresijos de esta historia, cuya semilla se encuentra en un gran clásico del cine de género: The innocents , de Jack Clayton, que se estrenó en 1961 con el título de Suspense . "En cierta manera rindo homenaje a esta gran película, aunque Fragile es más radical e innovadora. Al menos eso espero", confiesa el realizador.

Clayton encargó al escritor Truman Capote y a John Mortimer, autor de la mítica serie de la BBC Retorno a Brideshead , que trasladaran a la pantalla la novela de Henry James Otra vuelta de tuerca . La película de Clayton, al igual que en la de Balagueró, propone un juego de espejos, donde nada es lo que parece. En ambas una mujer de turbio pasado sustituye a otra para cuidar a unos niños desamparados. En Suspense , Deborah Kerr era una institutriz y la trama acontecía en un orfanato.

En Fragile , una nueva enfermera presencia sucesos extraños, algo que se manifiesta en la planta de arriba que permanece cerrada desde 1940. Ahí aparece una naturaleza agresiva, que los niños denominan la niña mecánica . "No, no hay robots. Todo es más sutil", avanza el director. El título del filme juega con ello. Se llama Fragile porque los objetos empiezan a romperse provocando situaciones muy peligrosas y los internos sufren una rara enfermedad conocida como huesos de cristal .

"Es el síndrome de MacCune Albright, la misma enfermedad degenerativa de Vanessa Jiménez y la misma que padece el personaje al que da vida Samuel L. Jackson en El protegido, de M. Night Shyamalan", informa Balagueró, que dió vueltas y vueltas a este tema después de una cena en Oporto en la que un amigo le contó que conocía a una niña cuyos huesos se rompían con la misma facilidad que una tiza sobre la pizarra. "De ahí surgió el guión".