La emigración y uno de los dramas de la sociedad actual con los refugiados en el centro del debate político y sociales es el hilo conductor de las exposiciones y actividades que el CDAN ha preparado para este verano y que se inauguraon ayer en el centro oscense.

El borde de una herida es la principal apuesta para este trimestre, una muestra colectiva que ha coproducido el CDAN junto con CentroCentro y que han visitado miles de personas en los últimos meses en este espacio cultural madrileño. La programación se completará con obras y proyectos de Carlos Aires, Ricardo Calero, Carlos Garaicoa y Rogelio López.

Para Juan Guardiola, director del CDAN, la emigración «es un tema de interés en la actualidad por los compromisos adquiridos en los últimos años con los refugiados y que no se han cumplido. Por eso, considero que es un contenido adecuado para pensar y reflexionar desde el sector de la cultura y el arte».

El borde de una herida. Migración, exilio y colonialidad en el estrecho, plantea una reflexión poética y política del viaje del migrante (la partida, el trayecto y la llegada al otro lado de la frontera), a través de vídeos, pintura, fotografía, performance e instalación de cerca de 40 artistas y colectivos contemporáneos, como Joan Fontcuberta, Luis Melón, Patricia Gómez, Raúl Santos, Juan Valvuena, Antoni Muntadas y otros.

La sala 2 muestra Mar Negro, de Carlos Aires, una exposición compuesta por un suelo de maderas pintadas y un vídeo, que pertenece a la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. La primera instalación está formada por piezas de restos de barcas y pateras abandonadas en Cádiz que se distribuyen de forma aleatoria y geométrica creando un suelo que imita al parqué.

Memoria de sueños, de Ricardo Calero, expone los trabajos contextualizados y realizados por Ricardo Calero entre los años 2001 y 2012 en distintos lugares del mar y la costa sur de España dentro de su proyecto Sueños en el Mar. La obra principal es una caja-libro-escultura-objeto de edición limitada que se compone de dos vídeos, una publicación con pensamientos y poemas de 16 autores y una escultura en forma de lágrima.

La programación se completa con la proyección de un audiovisual de Carlos Garaicoa y la exhibición de una nueva naturaleza invitada. El vídeo (Yo no quiero ver más a mis vecinos) registra el proceso de cimentación de un muro de ladrillos alrededor de su casa para proteger su intimidad de los vecinos.

La naturaleza invitada que da la bienvenida a los visitantes se titula Total por una Valla Más de Rogelio López Cuenca. Se trata de una intervención en la que se ven imágenes sobre una valla fronteriza.