Una selección de 52 cerámicas realizadas por Pablo Picasso entre 1947 y 1954 puede verse en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta el próximo 12 de septiembre. La zaragozana Dolores Durán, comisaria de la muestra, considera que "hasta hace cuatro o cinco años las cerámicas de Pablo Picasso estaban menos valoradas que sus restantes obras y formaban parte de su familia, aunque también existían piezas de este tipo en museos como el dedicado al artista en Barcelona". Sin embargo, estas piezas se han revalorizado y, según esta experta "ahora alcanzan precios que pueden alcanzar los 80 millones de pesetas".

Durán rememoró también los inicios del artista malagueño en este arte, al que llegó por su intenso afán de conocer y experimentar. En Vallauris, Picasso se acercó a la cerámica de la mano del matrimonio Ramié, con los que conoció a distinguir la calidad de la arcilla, el punto de plasticidad, los colores minerales, y la temperatura del horno. El artista quedó sorprendido y enamorado de la vieja técnica neolítica y de los resultados que obtiene.

El barro como materia prima y su modificación y decoración como método de trabajo, supusieron para el pintor el descubrimiento de un nuevo lenguaje de opulenta plasticidad. A juicio de los responsables de la exposición, observando las piezas picassianas se puede llegar a diferenciar entre una mayor impronta pictórica en lo que se refiere a la decoración de platos o baldosas, frente a las huellas de su experiencia como escultor a la hora de abordar el acabado, decoración o modificación de las obras tridimensionales. "Queda clara la influencia --dijo-- no sólo de la paleta sino también de la iconografía a la que Picasso venía acostumbrándonos en sus trabajos".

La tauromaquia, tema picassiano por excelencia gracias al fervor del artista por la fiesta, es recreada en gran parte de las piezas, no solo como elemento decorativo sino convirtiéndose también en motivo escultórico. En muchas ocasiones la propia forma del plato o de la fuente servía al artista como recreación de la plaza en cuyo interior desarrolló la corrida.

Junto al tema de los toros aparece la mitología, la figura femenina, las naturalezas muertas y los animales, serían los otros pilares a partir de los que acabaría desarrollándose el sólido edificio de esta producción.

Además, en la sala Picasso del mismo Círculo de Bellas Artes, puede verse la colección De Pictura , que incluye obras de Saura, T pies, Barceló, Sicilia, Grau, Arroyo o los Equipos Crónica, 57 o Realidad.