Las salas de reserva destinadas a la conservación de obras de arte del Museo Pablo Serrano de Zaragoza se van llenado de piezas de algunos de los autores más significativos del siglo XX. En total, el martes llegaron a la capital aragonesa 214 creaciones pictóricas, gráficas y fotográficas de autores como Cartier-Bresson, Emil Nolde, Equipo Crónica, Le Corbusier, Litchenstein, Francis Bacon, Giorgio de Chirico, Chillida o los aragoneses Antonio Saura y José Manuel Broto. Se trata del primer envío desde Madrid de las 1.204 obras que componen la colección Circa XX, adquirida por el Gobierno de Aragón a la coleccionista Pilar Citoler por 1.481.151 euros y cuyo traslado completo se prolongará durante todo el mes, con la intención de que a final de abril pueda realizarse la primera exposición.

"Pablo Serrano estaría feliz de ver cómo el embrión de museo de arte contemporáneo que se creó a partir de su legado se ha potenciado y enriquecido con esta colección", señaló el director general de Patrimonio, Javier Callizo, quien añadió que en Circa XX "están representados muchos de los creadores con los que el escultor interactuó en su vida". En este sentido, el de la convivencia de ambas colecciones, Callizo quiso dejar claro que la obra de Serrano "no se va a mover; las dos primeras plantas son intocables para él, y será en las otras en las que se expondrá este nuevo bagaje".

La recepción de esta primera remesa de obras, que fue calificada por Callizo como "histórica", es el primer paso para dotar al museo zaragozano de una de las mayores colecciones de arte contemporáneo de nuestro país, así como el inicio protocolario de las labores de conservación y catalogación de cada obra obras para su integración en el centro.

Y es que, como explicó el conservador de Circa XX, Fernando Sarría, el tratamiento correcto de los fondos "exige un protocolo riguroso, que va desde cotejar la información documental de cada obra a comprobar su estado de conservación y fotografiarlas para digitalizarlas, antes de ser colgadas en los peines de la sala de reserva con un número de inventario ya del propio museo".

INVENTARIO Y CONSERVACIÓN Así, ayer, entre otras, los técnicos del museo en colaboración con otros especialistas pertenecientes a una empresa externa que se ha contratado dado el volumen de los fondos, desembalaron obras como La joueuse d'ocarina (La tañedora de ocarina), de Antonio Saura o Vista de Hamburgo, de Emil Nolde, la obra más antigua de la colección, fechada en 1910. "Previamente a esta comprobación de que la obra corresponde a los datos que tenemos de ella, se ha llevado a cabo una labor documental muy importante, por lo que aquí lo que hacemos es comprobar que todo está correcto" apunta Sarría, quien con su equipo examina al detalle el estado no solo de la pintura, sino también de la estabilidad de los soportes para plasmarlo en la ficha. "Este examen ofrece además una gran información adicional asociada a la obra, pues en la parte posterior lleva etiquetas de las exposiciones en las que ha estado, de las galerías, los transportes internacionales...", explica.

Antes de su llegada a Zaragoza, que se irá produciendo gradualmente durante todo este mes, las obras se han centralizado en una empresa madrileña, donde se han realizado las labores de documentación y embalaje e inventariado, "lo que ha adelantado el proceso". Allí también llegarán todas las obras de la exposición de Circa XX realizada en Valladolid, alguna de cuyas piezas, como el tríptico de Francis Bacon Estudio de la espalda masculina, ya están en el Pablo Serrano, así como el que la coleccionista considera una de sus obras preferidas, el dibujo de Le Corbusier Deux personnages.

En cuanto a la primera exposición, que ofrecerá una panorámica de lo mejor de la colección, señaló que no existe fecha definida, "pues dependerá de al agenda de personalidades como Pilar Citoler o la presidenta Luisa Fernanda Rudi".