Ni inquieto, ni desvelado. Carlos Saura, relajado y feliz de poder manejar el juguete de sus sueños en este nuevo reencuentro con Carmen , explica con esa media sonrisa que arropa su mirada inteligente que duerme tranquilo, a pesar de las reacciones que puede desencadenar el estreno, el próximo 23 de abril, de El séptimo día , adaptación libre sobre la tragedia de Puerto Hurraco.

"Acabo de ver la película montada y estoy muy contento de como ha quedado. Y fíjese que lo digo yo, que nunca suelo estar satisfecho al final de mis producciones", dice como alejando el fantasma de la polémica que se avecina. Claro que tiene muchas horas de vuelo. Desde que estrenó, en 1959, Los golfos han pasado casi 45 años. Tantos como para seguir proyectando sin prejuicios su mirada personal sobre cualquier tema que se le presente. Incluso, aunque en su cine alterna el cultivo de los mitos culturales españoles con la crónica social, introducirse en lo más profundo de la España negra y en su ámbito rural.

"Me metí en esta historia --dice-- porque Andrés Vicente Gómez me pasó un guión de Ray Loriga sobre esta historia, y enseguida me di cuenta de que podía hacer una película apasionante, pero no había nada deliberado ni otras cosas que se han dicho durante el rodaje".

Cuando trascendió la noticia del inicio de la filmación de la película en Otero de Herreros y otros pueblos de la provincia de Segovia, el consejero de Cultura de la Junta de Extremadura arremetió contra el director calificándolo de "mediocre" por abordar un tema que ahondaba en el lado oscuro de su tierra, algo, dijo, que ya había hecho Buñuel con su película sobre Las Hurdes, Extremadura, tierra sin pan . Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta, también se mostró dolido por la decisión del cineasta y le acusó de querer "ganar dinero a costa de la leyenda negra de Extremadura".

Saura no cree que la polémica se haya aplacado, a pesar de que en su día invitó a los que le criticaban a conocer el enfoque de la historia y también a que esperaran a juzgar después de ver la película. "¿Que si ésto se ha calmado? Espere, espere... Ahora estamos aguardando las reacciones tras el estreno. Veremos que pasa, pero tenemos un pleito por ahí y creo que vamos a tener lío", señala sin citar al querellado, el consejero de Cultura extremeño.

"Y ahora no hablo de Ibarra. No sé por qué pero hay una sensibilidad extrema sobre este tema y hasta intentaron sugerir que debía haber un control sobre el contenido de la película".

Saura está muy satisfecho de su colaboración con Ray Loriga. "Ha sido muy amable conmigo. Cuando recibí el guión me dijo que hiciera lo que me diera la gana con él. Y lo he hecho, pero siendo respetuoso con las pautas marcadas".

El director de Cría cuervos explica que ha hecho una versión muy libre de la historia, proyectando su visión personal. "Leí mucho sobre el caso, pero aún así no es fácil descifrar la realidad. Así que, para empezar, situamos la acción en un lugar diferente al de los hechos y cambiamos los nombres de los protagonistas de la historia, pero también porque yo así quería que fuera".