Recrear el teatro clásico como se veía como en su momento, cuando fue concebido, llevarlo al entorno natural y además fomentar el acceso universal a la cultura son los objetivos del ciclo Clásicos en el parque, que tendrá lugar cuatro domingos (dos en mayo y dos en junio) en el Jardín de Invierno del Parque José Antonio Labordeta, «un espacio recuperado» para la ocasión, según aseguró Fernando Rivarés, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza durante la presentación en el Teatro Principal. El concejal estuvo acompañado por Carlos Martín, de Teatro del Temple; y Alberto Castrillo-Ferrer, de El Gato negro, las aportaciones de «talento local» de un ciclo que comienza ahora y que pretende continuar y «crecer» los próximos años. En el cartel aparece la calavera característica de Shakespeare pero cubierta de césped verde.

Las cuatro funciones tendrán lugar los domingos 12 y 19 de mayo, 9 y 16 de junio, a las 12.00 horas, en un escenario «básico», donde se presentarán cuatro «textos esenciales» del teatro clásico europeo. El aforo variará según la afluencia de público, pero se dispondrán alrededor de 400 sillas y si no, siempre se podrá ver de pie. La entrada será libre.

Carlos Martín reconoció que la «relación con el espectador» es diferente al actuar al aire libre, ya que se le «quita el artificio» al haber luz natural. Por su parte, Castrillo-Ferrer reconoció que «lo popular no es lo chabacano, es lo que le gusta a todo el mundo», para apuntar después que «tienes que tener al público ahí», enganchado cada momento porque «si no, se va», algo que no sucede en las salas.

LAS PROPUESTAS

El ciclo comenzará el 12 de mayo con los gallegos Contraproduccións, que presentarán Commedia, un homenaje a Carlo Goldoni, en el que se pondrá de manifiesto lo divertidas que siguen siendo sus obras. Una semana después, los madrileños Ay Teatro pondrán en escena Todas hieren y una mata, representante del teatro barroco, «serio pero superdivertido», con conceptos muy actuales, reivindicó Rivarés.

En junio le tocará el turno a las compañías aragonesas. El 9 actuará Teatro del Temple con La vida es sueño, estrenada hace dos años pero que aún sigue de tourné; una obra que «apuesta por la emoción» y la dualidad entre los protagonistas, dijo Martín.

Cerrará el ciclo El Gato negro, el 16 de junio, con Los restos del naufragio, basada en La comedia de los errores, de Shakespeare; una pieza «muy divertida» donde hay un «juego de espejos entre gemelos», aunque trata también temas actuales como el azar o el papel de la mujer.

Como colofón al ciclo, el último domingo habrá también una sesión de noche, en la que varios actores aragoneses protagonizarán monólogos relacionados con Shakespeare.