En algunos casos, aun sin datos oficiales, la facturación del Día del libro supone hasta el 30% de la que se consigue todo el año lo que habla por sí solo de la importancia del 23 de abril que este año lo afronta como «una gran fiesta de las letras aragonesas». Así lo explicaron ayer el presidente de Copeli (Comisión Permanente del Libro), César Muñío; el secretario de Copeli, Ángel Gálvez; el director general de Cultura del Pablo Serrano, Nacho Escuín; el director general de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Saúl Esclarín y el diputado delegado de Archivos y Biblioteca de la DPZ, Bizén Fuster, en un acto celebrado ayer en el museo Pablo Serrano de Zaragoza.

El paseo Independencia acogerá, desde las 9.30 hasta las 21.30 horas, a 104 expositores (entre las que se encuentran 30 librerías y 28 editores asociados) que han organizado alrededor de 150 firmas de más de un centenar de autores con especial relevancia, como no podía ser de otra manera dado el gran momento por el que pasan las letras de la comunidad, por los autores autóctonos entre los que destacarán, un año más, nombres como los de José Luis Corral, Ana Alcolea, Miguel Mena, Patricia Esteban, o incluso Daniel Nesquens y Míchel Suñén o Rosario Raro que también tienen prevista su asistencia sin dejar de lado todo el sector del cómic aragonés que cada vez está cogiendo más fuerza.

MARCAPÁGINAS Y PROGRAMAS / «Es un día absolutamente festivo que está muy asentado en Zaragoza y al que cada vez miran con más atención otras ciudades», señaló el presidente de Copeli, César Muñío, que invitó a que la gente «no vaya a buscar una cosa en concreto sino que pasee y la encontrará». En esta jornada, que se prolongará durante 12 horas, se repartirán 9.000 claveles (por cada libro comprado), 8.000 marcapáginas y 4.000 programas de actividades.

Más allá de las cifras, el Día del libro también supondrá el estreno del convenio entre Capitanía y el Ayuntamiento de Zaragoza con un recital que tendrá lugar a las 12 horas en el patio de Capitanía a cargo del Silbo Vulnerado con José Luis Esteban, María José Moreno y la violonchelista Dolores Miravete. En el acto, con una capacidad para 80 personas (las puertas se abrirán una hora antes), se recitarán obras de autores contemporáneos como Gil de Biedma, Dulce María Loynaz, Isabel Escudero, Ángel Guinda, Vicente Aleixandre, Nicanor Parra, Roger Wolfe, Ángela Figuera, Manuel Vilas o Jesús Jiménez. Junto a ellos, versos de poetisas suecas (traducidos por Paco Uriz) como Inger Hagerup y Märta Tikkanen.

Además, habrá dos escenarios más, uno situado en la plaza España en el que habrá cuentacuentos y lectura textos y el ya tradicional del Teatro de las Esquinas situado a la altura de Correos donde habrá lecturas dramatizadas.

«Estamos ante un sector en alza -reivindicó Escuín- y la ilusión y la alegría es el santo y seña de esta celebración» mientras que Esclarín quiso resaltar «la magnitud de este día que es el más importante para el ecosistema del libro. El 23 de abril celebramos algo que construye nuestro espíritu crítico y permite inocular este virus a la cultura».

El diputado provincial Bizén Fuster, por su parte, destacó «la buena colaboración institucional porque es un día de todos que ya está rivalizando con Sant Jordi y solo hay que ver la nómina de autores con la que contamos para ver que estamos en el buen camino».

Ya está todo a punto para que el lunes los libros vuelvan a salir a la calle y ya solo queda mirar al cielo y que el tiempo respete para que la jornada tenga un éxito abrumador.