--En Moon nos retrotrae a la ciencia ficción reflexiva de los 70 y los 80. Viendo cómo su protagonista cuida las plantas, es fácil pensar en Naves misteriosas.

--Por supuesto, esa fue una de las principales influencias. Y también Atmósfera cero, con Sean Connery. Y el primer Alien, el de Ridley Scott, que en su último tercio es un filme de terror, pero durante los dos primeros trata más sobre trabajo obrero en el espacio.

--¿Cómo surgió la idea del filme?

--La primera inspiración fue el actor Sam Rockwell. Yo era un gran fan suyo, y quería trabajar con él. Al conocernos descubrimos que teníamos las mismas inquietudes. A Sam le atraía la idea de interpretar a un obrero del espacio. Y le dije: voy a escribir algo que podamos hacer juntos. Así empezó todo.

--A un obrero del espacio, o a varios, según como se mire. ¿Estudió otras películas con actores repetidos, como Inseparables, de Cronenberg?

--Sí, fue una de ellas. La edición en DVD de Criterion incluye metraje del rodaje; ese fue un excelente punto de partida. Después tuve la oportunidad de hablar con Spike Jonze, quien hizo Adaptation (El ladrón de orquídeas) con un doble Nicolas Cage.

--¿Revisó también Mis dobles, mi mujer y yo? Hay algún que otro toque cómico en esta odisea existencial en el espacio.

--No, no, de hecho la evité (risas). Pero sí es cierto que hay elementos humorísticos. Solo había leves toques en el guión, pero antes de empezar a rodar pude ensayar una semana con Sam y un actor amigo suyo, Yul Vázquez. Improvisaron un montón.

--En cualquier caso, prevalece la melancolía. Más que sobre clonación, tecnología o grandes corporaciones, el filme habla sobre la soledad.

--Absolutamente. La política, la tecnología o la clonación eran menos importantes para mí que el corazón de la historia: la soledad, el aislamiento, el enfrentarse a uno mismo y ser capaz de aceptarse por lo que uno es. No quería hacer una película sobre la tecnología, sino sobre el corazón humano.

--O el corazón replicante.

--Es más sobre la experiencia humana, me parece. Me acerco ya a los 40, soy una persona diferente a la que era cuando rozaba los 30. Lo importante para mí era saber qué pasaría si mi yo de ahora tuviera la oportunidad de hablar a mi yo de entonces. ¿Veríamos solo los fallos el uno del otro? ¿O veríamos la bondad dentro de cada uno?

..¿Cómo ve su padre (David Bowie) la película? ¿Le ha gustado?

--Le encanta. Pero, claro, es mi padre, así que le habría encantado aunque fuese mala. La ha visto ya un par de veces. La primera fue en Sundance, cuando todavía no teníamos distribuidora para la película, y yo estaba nervioso y puse nervioso a todo el mundo. Por suerte, la película gustó, yo me relajé y él también... Luego volvió a verla en Tribeca. Es su barrio y ya teníamos distribuidora, así que lo pasamos mejor. Se trajo a todos sus amigos. Fue bonito.

--¿Y cómo ve usted las películas de su padre? ¿Alguna favorita?

--Si le soy sincero, cuando era más joven no podía verlas; me resultaba embarazoso. Ahora que soy lo bastante mayor empiezo a ser capaz de verlas y disfrutarlas. Pero no sabría decirle alguna favorita...

--En Dentro del laberinto, con su padre como Rey Goblin, marcó a una generación de chavales. ¿Es que no se cuenta entre ellos?

--Recuerdo haber estado en los decorados. Eso influyó decisivamente en mi idea de dedicarme al cine. ¡Qué increíble fue visitar ese nuevo mundo!