Elvira Rodríguez Roglán, conocida artísticamente como Elvira de Hidalgo, ya descansa definitivamente en Valderrobres, el pueblo que la vio nacer hace 127 años. En su lápida puede leerse «valderrobrense ilustre, gran cantante lírica y maestra de María Callas». Y también: «Sus restos fueron repatriados por la Fundación Valderrobres Patrimonial Asunción Tomás Foz y reposan en este panteón desde el día 12 de octubre de 2017». La leyenda de la placa, que incluye la fecha errónea de la sepultura definitiva, pero que era la que en principio se había previsto, define perfectamente el logro conseguido, así como el dificultoso proceso seguido para conseguir que los restos de la cantante pudiesen ser sepultados en su localidad natal, después de estuviesen a punto de acabar en una fosa común en Milán. El final y quién puso todo el empeño en llevar la empresa a buen puerto.

La jornada de ayer en Valderrobres fue realmente emotiva, pues a los actos asistieron, entre otros, discípulos italianos de Elvira de Hidalgo, como Mauricio Capusoni y numerosos familiares de la cantante, como sus sobrinas Raquel y Elvira Sala, llegadas desde Barcelona, quienes se mostraron «emocionadas» ante el reconocimiento que el pueblo había hecho a su tía. También hubo representación de la Asociación de Amigos de la Música de Aragón, que pusieron la nota lírica al emotivo funeral en la iglesia.

Pero además del entierro de Elvira de Hidalgo, el día era grande porque Valderrobres, gracias a la fundación y al ayuntamiento, cuenta en su museo con una sala dedicada a la cantante lírica repleta de piezas de gran valor. Vestidos otras piezas, como cuadros, figurines, escenografía, objetos personales como collares y amuletos, cartas, incluso la Cruz de Isabel la Católica que en su momento le otorgó el gobierno. Piezas que han sido cedido por el Instituto de Teatro catalán, por su familia y por sus amigos para completar así una importante colección en torno a la diva. «Era un renocimiento que teníamos pendiente con Elvira de Hidalgo, juna de nuestras vecinas más ilustres. Ha sido un trabajo complicado del que todo el mérito lo tiene la fundación, que han sido capaces de que este proyecto se convierta en realidad y que los restos de Elvira puedan descansar en el pueblo que la vio nacer», comentaba el alcalde de Valderrobres, Carlos Boné.

Por su parte, el director de la Fundación Valderrobres Patrimonial, Manuel Siurana, se congratulaba de que por fin, tan largo proceso haya llegado felizmente a su fin y recordó en su discurso el carácter mestizo de las gentes de Valderrobres, zona aragonesa donde se habla catalán «una tierra de tránsito de culturas, que es algo que enriquece, y eso lo tuvo Elvira y le fue útil para moverse por el mundo», concluyó