La Primera Feria Nacional de Anticuarios y Galeristas, que se celebra en la Feria de Zaragoza desde el día 8, llega mañana a su final con la "satisfacción" por los objetivos cumplidos por parte de sus organizadores y un número de visitantes que se estima superarán los 5.000 tras el fin de semana.

"Estamos muy contentos con los resultados, ya que era la primera vez que Zaragoza albergaba una feria nacional, con los mejores expositores del país e incluso algunos extranjeros", señala José María Quesada, director comercial de la Feria de Zaragoza, quien espera que en estos últimos dos días, "el público se anime al ser fin de semana y podamos concluir aún más contentos".

Y es que el esfuerzo realizado tanto en la decoración y estructura del recinto, como en el prestigio de los expositores que están presentes "ha sorprendido realmente a los visitantes, que nos han felicitado por algo que, dicen, nunca habían visto".

Aficionados y coleccionistas se han acercado estos días a la Feria no sólo desde la capital aragonesa, "sino también de provincias próximas, ya que la Feria se publicitó en La Rioja, Navarra, País Vasco y Madrid, pues está claro que por la calidad de lo que aquí puede verse no está enfocado sólo a Zaragoza capital", señala Quesada.

Así, muebles de época, cerámica, escultura, pintura, porcelanas, etc han podido dar satisfacción a los más exigente amantes de las antigüedades, una afición que, a pesar de lo que pueda parecer, "no es elitista, pues hay objetos con precios al alcance de todos, incluídos grabados del siglo XVI, porcelanas o cerámicas", apunta Quesada, quien, en el otro lado de la balanza pone "alguna pintura de Sorolla y esculturas de Gargallo, cuyas cifras ya cuentan con muchos ceros".

Otra de las atracciones de la Feria es la exposición paralela En busca del Goya perdido , en la que numerosos particulares han colaborado con cuadros que pudieran pertenecer al pintor de Fuendetodos o a la época. "Se ofrecieron más de 80 y al final se han expuesto 37, de las que un comité de expertos estimó que siete de ellas respondían a la convocatoria, es decir, que son de la época y tienen calidad como para petenecer al círculo de Goya". De ellos, asegura Quesada, dos o tres cuadros pueden pertenecer al pintor, aunque la determinarlo requiere un estudio a fondo. "Pero el objetivo, está cumplido", concluye.