El fotógrafo alemán Helmut Newton, conocido por sus espectaculares imágenes del desnudo femenino, falleció el pasado viernes en un accidente de tráfico en Hollywood. Newton, de 83 años, salía del hotel Chateau Marmont, en Sunset Boulevard, cuando perdió el control de su Cadillac todo terreno y se estrelló contra una pared. El artista destacó por sus imágenes de moda pero también por su visión audaz del erotismo femenino, controvertida pero de gran valor creativo. En sus imágenes aparecían mujeres de físicos turbadores en composiciones que jugaban con toques sadomasoquistas.

El fotógrafo nació en 1920 bajo el nombre de Helmut Neustaedter en Berlín, en el seno de una familia judía acomodada, y desde muy pequeño se interesó por la fotografía. En 1936 fue alumno de la fotógrafa Yva (Elsa Simon), quién más tarde moriría en el campo de concentración de Auschwitz. Asediado por el régimen nazi, abandonó Berlín en 1938 y se dirigió a Singapur, donde encontró trabajo en el periódico Singapore Straits times .

En 1940, Newton llegó a Australia y sirvió durante cinco años en el Ejército australiano como soldado raso. En 1948, se casó con la actriz June Brunell, que influyó considerablemente en toda su obra. A partir de mayo de 1961, Newton trabajó con regularidad para la edición francesa de la revista Vogue , que a lo largo de 25 años publicó sus mejores fotos de la serie de desnudos. También trabajó en esa época para las ediciones americana, italiana y alemana de Vogue, Linea Italiana, Queen, Nova, Jardin del Modes, Marie Claire y Elle .

La inesperada muerte de Newton ha causado una gran conmoción más allá del mundo artístico. El canciller alemán Gerhard Schroeder declaró estar "enormemente afectado" por el fallecimiento de Newton y en una carta a la viuda del fotógrafo, June Newton, le expresó que guardará "siempre en la memoria el recuerdo de un gran artista y un hombre formidable".

La supermodelo alemana Claudia Schiffer, que trabajó con Helmut Newton en diversas ocasiones, comentó ayer que era "un gran fotógrafo" y que sentirá su ausencia. Para la creadora francesa de moda Sonia Rykiel, el fotógrafo "inventó un estilo, una pausa", llegando a transformar a las modelos casi en "maniquís de cera". El resultado, según Rykiel, "chicas que parecían estatuas".