Con un tipazo de 1,90 metros de altura, pantalón blanco y camisa azul impecables y dos pendientes en ambas orejas, el actor norteamericano Will Smith no perdió ayer en Madrid la ironía ni para reprochar su aspecto a un periodista de un medio de comunicación que, calzado con chanclas, le preguntó sobre su conocimiento del escritor Isaac Asimov y si el futuro será como el escritor lo imaginó. En ese momento el protagonista Smith se descalzó, puso su pie desnudo encima de la mesa, aparentó trascendencia y respondió entre carcajadas: " "Te puedo asegurar que en el futuro no habrá chanclas". Luego, sentó a su lado a un niño que asistía a la rueda de prensa.