Gonzalo Giner, veterinario y escritor de novelas de aventuras, visitó Zaragoza para presentar, tras el éxito de El sanador de caballos, su nueva obra El jinete del silencio, donde narra la vida de un joven con síndrome de Asperger en el siglo XVI que es capaz de evolucionar gracias al contacto con los caballos.

--¿Cuál ha sido su propósito con esta obra?

--Una novela debe ser una fabrica de emociones y es lo que he intentado con esta novela. Mi único objetivo ha sido hacer sentir al lector emoción, angustia, intriga, felicidad o miedo, al leer esta historia.

--¿De dónde viene esa admiración por el caballo y en concreto por el Jerez?

--Es un animal que me apasiona sobre todo por su estética. La novela sucede en el Renacimiento, en la España de Carlos V, cuando se genera la necesidad de crear una raza para el imperio, más hermoso que los que existían en Europa. Y el caballo de Jerez es una de las grandes bases genéticas del caballo español.

--Comparando con El sanador de caballos, situado en la Edad Media, ¿Qué diferencias se encuentran en la función de este animal?

--En la primera novela se ve como el caballo servía para la guerra y envío de correspondencia, sin embargo ahora cambia su función. En esta época se plantea la creación de una raza más estética para la corte, utilizada más para el lucimiento que para la practicidad y a los que les enseñaban a hacer los pases de alta doma.

--¿Por qué eligió un protagonista con síndrome de Asperger?

--No tengo a nadie conocido, pero cuando empecé a pensar en la novela tenía claro que debía ser alguien con ciertas debilidades, por hacer un reconocimiento a las personas diferentes en un momento en que solo se valora la belleza y perfección. Además, estas personas tienen también grandes talentos que deben descubrir.

--¿Como surgió la idea de escribir sobre estos temas unidos?

--Durante una presentación de El sanador de caballos en Córdoba vi la presentación de los resultados de una asociación de equinoterapia, que presentaba una chica. Fue escucharle hablar con tanta pasión lo que llamó mi atención.

--¿Le ha pasado lo mismo ahora?

--Sí, antes de una presentación vino una persona que hablaba de otro tema que no tenía nada que ver con caballos, pero si de animales y me dio una idea para una próxima novela que también será de animales y aventuras.

--La novela ya va por su cuarta edición, ¿Esperaba este éxito?

--Aunque vaya muy bien hay cosas que me llenan mucho más. Hace poco los padres de un niño con Asperger me dieron las gracias porque habían llevado al niño a montar a caballo y aseguraban que se nota la mejoría. Yo nunca pretendí hacer pedagogía, pero es muy gratificante.