DOCUMENTOS

AUTORA Teresa SalcedoLUGAR

Galería A del ArteFECHA

Hasta el 8 de marzoEn el año 2004 Teresa Salcedo (Huesca, 1952) inició el proyecto Shakkei (un paisaje prestado), que todavía hoy sigue activo, no en vano se trata de un diario de vida. La primera etapa la presentó en la exposición Silencio peregrino 1, celebrada en la galería A del Arte (2009), que ahora muestra Documentos, síntesis de lo realizado y avance de lo que todavía está por hacer. La selección de obras incluye algunas ya expuestas en las dos etapas siguientes: Silencio peregrino 2 (Sala Juana Francés, Zaragoza, 2009) y (...) o la incertidumbre del infinito (Galería Rayuela, Madrid, 2010). Junto a ellas, la serie de los Desastres que abrió sus Paisajes interiores en Albarracín (2011), libros que trazan la cartografía del viaje y rollos que la ocultan. Una caja de pinturas introduce el paisaje inestable configurado por 237 pequeñas pinturas, fragmentos de una narración que apenas avanza. Una característica japonesa, anota Martín Casariego en la introducción al libro de Yasunari Kawata, Lo bello y lo triste, es dejar las historias inconclusas, o semiocultas por las sombras. Tanizaki en El elogio de la sombra busca "hundir en la sombra lo que resulta demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo".Las sombras envuelven la pintura de Teresa Salcedo, que no duda en teñirla de luto para denunciar determinadas situaciones que atentan contra la dignidad individual y colectiva. No están lejos sus obras de los haikus que, como dijera Octavio Paz, no son poesía simbólica, son algo más que rehúsa ser nombrado; son una crítica de la realidad.Escribió también Octavio Paz en la presentación al diario de viaje Sendas de Oku del poeta japonés Matsúo Basho --del que la editorial Atalanta acaba de publicar una nueva edición-- que Japón enseña a sentir, no a pensar; y sentir está entre el pensamiento y la sensación, el sentimiento y la idea. De tal modo que los poemas de Basho se ofrecen a la contemplación y a la imaginación del espectador.Así ocurre también con las pinturas de Teresa Salcedo en las que todo queda suspendido en la precariedad del existir, sin que nada ocurra excepto un tenso equilibrio entre la vida y la muerte, atravesado por la fragilidad de las cosas, la soledad, la ruptura, la renuncia, la nostalgia, el deseo, la búsqueda, la decepción, la melancolía, la violencia... que sugieren las visiones profundas y esenciales de horizontes vaciados, árboles, pájaros, jaulas, aguas estancadas, lagos y mares. Y flores. En la casa de un florista murió Basho. Y ante la soledad infinita del

Shakkei (un paisaje prestado)Silencio peregrino 1DocumentosSilencio peregrino 2(...) o la incertidumbre del infinitoDesastresPaisajes interiores en AlbarracínLo bello y lo tristeEl elogio de la sombra

Sendas de Oku

Monje frente al mar