Un año antes del 50 aniversario del musical Cabaret (1966) el 18 de octubre de 2015, se estrenó en el Teatro Rialto de Madrid una nueva versión del original, permaneciendo en cartel hasta el 12 de junio de 2016 y consagrándose como el gran éxito de la temporada con más de 200.000 espectadores. El director, Jaime Azpilicueta, puede estar orgulloso de estar al frente de un espectáculo que ha sido reconocido como el Mejor Musical de la temporada pasada por los Premios del Teatro Musical. Todo ello con presencia de talento aragonés, como es la actriz Teresa Abarca, quien junto a Alejandro Tous estuvo presentando la obra hace unos días en Zaragoza, ciudad donde aterrizará del 23 al 26 de febrero en el Palacio de Congresos.

- ‘Cabaret’ cumple 50 años y esta obra le hace un homenaje un tanto diferente, ¿cierto?

-Alejandro Tous: Con la gira del 50 aniversario se han basado en rescatar la esencia del original, pero por ejemplo aparece el nú- mero de Money money, incluido solo en la película que salió después del musical (1972). Se ha cambiado la apariencia del Kit Kat Club, y frente a la decadencia del original, esta nueva versión está llena de glamour, belleza, chicos y chicas espectaculares y un súper montaje, en palabras de dos de sus actores.

-¿Pueden detallar más sobre la escenografía, qué se ha modificado respecto al original de 1966?

-Teresa Abarca: La escenografía es aparatosa, el suelo sube y baja, hay dos escaleras a los lados que presiden el Kit Kat, y existe una parte de arriba, donde está la banda que interpreta la música en directo, y donde a veces también se actúa. Es un montaje espectacular y complejo, hace falta un mínimo de tres días para prepararlo, con treinta personas trabajando y seis tráilers para transportarlo todo. Si al equipo artístico le sumas estas personas resulta que somos unos sesenta currando para cada persona que está ahi sentada. Y lo que pasa detrás del escenario es una función más, nadie para de correr, los técnicos suben y bajan, se tiran cosas... El resultado es un Kit Kat Club que no es para nada decadente, está lleno de riqueza, luz, brillos, todo lo contrario a la versión original. El texto sí que es el mismo, ambientado en la época entre guerras de 1931.

-¿Cuáles son los números que les han causado mayores problemas?

-A. T.: El número más complicado es el Money money, es una canción con un montón de movimientos, la letra va muy rápido y no se repite nada. Además está presente todo el mundo en este número. Y el más divertido diría que es Welcome, la presentación del establecimiento al inicio. A nivel de baile el tema Two ladys es el más espectacular. Luego hay dos temas especialmente importantes a nivel vocal, Cabaret y Maybe this time, donde Teresa canta de forma magistral. Yo llevo varios años estudiando canto pero nunca había cantado con una banda de nueve músicos, pero Teresa te da tranquilidad. Canto poquito y bailar no bailo... requiere mucha preparación cantar y bailar a la vez, y encima estar interpretando.

-¿Ha sido duro físicamente prepararse para un musical?

-T. A.: El hecho de cantar y bailar requiere esfuerzo físico, coordinación y control del aire, que la respiración es muy importante, aunque nosotros somos deportistas, vamos mucho al gimnasio. Si ya es difícil todo eso imagina además estar interpretando un personaje. Hay musicales en los que solo se canta y ya está, pero aquí todas los temas van contando la historia.

-¿Qué ha convertido a ‘Cabaret’ en un clásico, quizá se mensaje universal?

-A. T.: Cuando profundizas en él te das cuenta de que Cabaret se ha convertido en un clásico, habla de la naturaleza humana, de personas, del amor o de los sue- ños, y además lo hace en una época muy presente en la memoria colectiva mundial. Siempre funcionará, aunque pasen 50, 100 o 150 años. Además, se puede decir esto tanto del texto como de la banda sonora en sí misma, que se pueden interpretar separando el uno de la otra.