¿Es importante el teatro? o ¿son más importantes las matemáticas? Estas son las preguntas que tres profesores tratan de contestar al inicio del documental A escena, que recoge la actividad que tres grupos de teatro de Molina de Aragón, Fuenlabrada y Murcia realizan con adolescentes.

Para el dramaturgo y director teatral José Sanchís, quien trabaja desde 1968 con grupos de teatro de adolescentes, el teatro como complemento es «esencial» en su desarrollo pedagógico, según aseguró ayer en CaixaForum en la presentación del documental, que se estrenó por la tarde. La profesora de pedagogía terapéutica en el Instituto de Molina de Aragón (Guadalajara), Eva Barrios, aún fue más allá más allá y aseguró que además es «imprescindible» porque proporciona al alumnado herramientas que no se encuentran en las materias curriculares.

«No hay una herramienta fuera del teatro que permita hacerles saber lo qué es formar parte de un grupo», educarles en valores, formarles interiormente, explicó desde su experiencia Eva Barrios.

Barrios y sus alumnos del grupo de teatro protagonizan, junto al del IES Barrio Loranca de Fuenlabrada, que dirige Diana Fernández, y al intergeneracional que gestionan un grupo de jubilados de Murcia con adolescentes en riesgo de exclusión, el documental que ha dirigido Luis de la Corte para celebrar el X aniversario del programa Caixaescena y que ayer pudo verse en CaixaForum Zaragoza.

El objetivo de este trabajo es contar la relación entre la educación y la escena actual, al tiempo que a él, personalmente, le ha servido para darse cuenta lo que significa implicar a una población en el teatro. «No son solo los alumnos», dijo el realizador del documental sino también los padres, las madres se implican.

Y es que, como reconoció Eva Barrios, en el IES de Molina de Aragón no tienen ni salón de actos y la suya es una actividad voluntaria «por la que -dice- ni pagan ni cobro», pero con la que lleva ya diez años desde que se le ocurrió la idea para «rellenar el hueco» de la hora alternativa a la clase de Religión.

Empezaron con Los 80 son nuestros, de Ana Diosdado, pero ahora escriben sus propios guiones con los temas de los que quieren hablar y que van desde la homosexualidad, al acoso, el alcohol, las drogas, los refugiados y este año la violencia de género y que, como explican en el documental, les sirve para concienciar de estas situaciones a sus tíos, abuelos y familiares.

El teatro, apuntó la profesora, «sirve para dar voz a aquellos que no tienen» en referencia a los alumnos, que, señaló, «tienen mucho criterio», pero también como alternativa de ocio en la población.

La falta de materiales teatrales para estos grupos es lo que llevó a Luis Sanchís a involucrar a una quincena de autores para que escriban obras para institutos o grupos amateur para que dispongan de un repertorio.

Desde sus inicios, Caixaescena ha contado con la participación de 1.225 profesores de más de mil centros de Secundaria de toda España, más de 45.000 jóvenes han tenido acceso a las prácticas teatrales y más de 75 profesionales se han implicado en el proyecto.