El Festival de Jóvenes Realizadores tuvo ayer como protagonista al género documental, que según sus directores tiene de por sí difícil distribución pero que, al mismo tiempo, está recobrando un gran auge en los últimos años. En la sesión vespertina pudo verse Torrero, historia de una cárcel , de Mirella Abrisqueta; Gracias por todo el cinematógrafo , de Alfonso Arteseros; y Torrenueva, la caída del tiempo, de Miguel Lobera."Es muy bueno que un festival como éste se haya fijado en los documentales porque es un producto muy minoritario y de difícil difusión" , aseguró la directora Mirella Abrisqueta, que reconoció que le gustaría que no se limitara a una mera muestra y que "en el futuro participaran en el concurso".Sobre Torrero, historia de una cárcel , la directora cuenta que le pareció "una oportunidad aprovechar el cierre de la cárcel para contar las historias que sucedían allí, y especialmente interesante me pareció recuperar la memoria histórica de los presos del franquismo".En la sesión de hoy entran a concurso los cortos de la sección de cine, que podrán verse, en la CAI, a las 17.30, 20.00 y 22.00 horas, un total de 26 trabajos, dos de ellos aragoneses, Alma , de Miguel Lobera; y

"Es muy bueno que un festival como éste se haya fijado en los documentales porque es un producto muy minoritario y de difícil difusión""en el futuro participaran en el concurso"

Torrero, historia de una cárcel "una oportunidad aprovechar el cierre de la cárcel para contar las historias que sucedían allí, y especialmente interesante me pareció recuperar la memoria histórica de los presos del franquismo"

Alma Digan lo que digan