La define como «la comedia del verano, con dosis de humor negro y acción pero con estructura de thriller», que cuenta cómo «una pequeña incidencia puede generar un verdadero caos». Se trata de Despido procedente, una película de Lucas Figueroa, protagonizada por los actores Darío Grandinetti, Imanol Arias y Hugo Silva, entre otros. Aunque el estreno es el 30 de junio, con más de 150 copias, los dos primeros (Figueroa y Grandinetti) asistieron ayer a una premiere en la sala 4 de los cines Palafox, que se llenó en un tercio.

La cinta cuenta la historia de un ejecutivo que le indica mal una dirección a un desconocido en Buenos Aires. Eso hará que este comience a acosarlo ya que por su culpa «pierde el trabajo de su vida», a lo que se añade una lucha por mantener el puesto. La cinta está contada «a capas», según Grandinetti, que define su personaje (el acosador) como un «tipo ácido e inteligente, que parece elemental y que tiene claro los porqués de su vida. No se engaña de lo que está haciendo porque en el fondo es un buen tipo, aunque también un hijo de puta». Pero al mismo tiempo, este Despido procedente habla también de «cómo el sistema laboral te mete en un torbelllino y de la necesidad de hacerse cargo del propio destino».

Grandinetti reconoce que alguna vez conoció a un tipo como el que interpreta; y asegura que necesita «generar empatía con el personaje, eso no lo redime pero es un poco menos cruel».

EXPERIENCIAS PERSONALES / No se trata de una historia real, pero «sí que cogí cosas de cuando trabajaba en una empresa de telecomunicaciones», explicó Figueroa, así como influencias de películas que le gustan, como Nueve reinas, de pícaros y buscavidas.

Aseguran que se trata de un «humor que se entiende muy bien, ya que juega con el de los dos territorios, humor más ácido el argentino y la picaresca española».

En cuanto a la elección de personajes, Figueroa no pensó en ninguno, «solo en las situaciones reales»; pero después señaló que «son los indicados, cada uno calza en su personaje como una pieza maestra»; de hecho, aseguró sentirse «superagradecido» con ese tridente porque es «un duelo de titanes entre Imanol y Darío, con la mosca cojonera de Hugo Silva».

El actor protagonista señaló que durante el rodaje «nos divertimos mucho» y eso que los personajes «no lo pasan bien porque a los cinco minutos de empezar todos comienzan a pasarlo mal y los que van apareciendo, tampoco están relajados».

Y es que el objetivo de la película, que se estrena con, de momento, 150 copias confirmadas, es el de «que la gente se divierta pero también que levante alguna reflexión y no quede como comedia del verano, solo, que también haga pensar».