«Mi corazón siempre estuvo con esta ciudad por diversos motivos; ahora tengo uno más». Julia Gutiérrez Caba, tras recibir el Premio Augusto Ciudad de Zaragoza, puso con estas palabras un emotivo colofón a la gala de entrega de premios de la XXIII edición del Festival de Cine de Zaragoza, que se celebró ayer en la sala Mozart del Auditorio y que entregó su principal galardón, el Augusto al Mejor Cortometraje Nacional de Ficción a la obra Cerdita, de la directora Carlota Martínez Pereda, que lleva el premio añadido de estar seleccionado para los Goya.

Julia Gutiérrez Caba, que recibió el Augusto de manos de su hermano Emilio, quien ya lo obtuvo en 2010, y se llevó la gran ovación de la noche, apuntó que «por razones personales, guardo un gran recuerdo de esta ciudad», eso sí, no quiso desgranar a qué se debían esos recuerdos, pero dejó claro que eran auténticos sentimientos de amor a esta Zaragoza y al cine, en el que empezó pero que luego abandonó un tanto para dedicarse al teatro, de ahí que el premio le hiciese ilusión «de manera doble».

La veterana actriz no fue la única en recibir un Augusto de honor. También lo recibieron otras dos mujeres, la aragonesa Laura Gómez-Lacueva (Apoyo al Audiovisual Aragonés) y de la figurinista María Araujo (Oficios del Cine).

RITMO ÁGIL / La gala transcurrió con un ritmo ágil, por más que el presentador, Jesús Nadador, augurara unas siete horas de acto si los ganadores se entretenían demasiado, y por el número de premios que se entregaron, casi una veintena. Pero todo fue rápido y permitió disfrutar de los sonidos de percusión japonesa y exhibiciones de artes marciales, como guiños al país invitado, Japón; coreografías del grupo Madness o la gran voz de la cantante Ariadna Redondo, que puso la banda sonora al recordatorio de aquellas gentes del cine que nos han dejado este año,

Pero hubo también momentos hilarantes, como la confusión de la subdirectora de cine de Televisión Española, Maite López, que agradeció el galardón honorífico al ente por su apoyo al cine «al Festival de Valladolid», lo que dio mucho juego el resto de la gala. Más galardones honoríficos los recibieron el progama de TVE Secuencias 24 horas y las localidades de Belchite y Mirambel, donde se rodaron respectivamente Las aventuras del barón Munchausen, de Terry Gillian, y Tierra y libertad, de Ken Loach, con sendos Augusto a los Pueblos de Cine.

Entre el resto de los premios destacaron, Mi querido balón, de Gaizka Urresti, que se llevó «por fin», el galardón al Mejor Cortometraje aragonés, algo que, explicó llevaba tiempos esperando «pues he presentado 14 cortometrajes en todos estos años del festival, he estado de jurado, si he tenido premios con documentales, pero este era el que me hacía ilusión», dijo.

La comulgante, de Ignacio Lasierra, obtuvo el Premio del Público, que también conlleva la compra de los derechos audiovisuales por parte de Aragón TV; RIP, de Albert Pintó y Caye Casas, se llevó el Augusto del Jurado Joven al Mejor Cortometraje con mención especial para La comulgante.

En el Certamen Nacional de Cortos de Animación, el galardón fue para La noria, de Carlos Baena, al Mejor Cortometraje Nacional; en el Certamen Internacional de Largometrajes el ganador fue Holy Boom, de Maria Lafi (Grecia), que recogió personalmente el premio con «traducción simultánea de la actriz Lluvia Rojo y mención especial para Becoming Cary Grant, de Mark Kidel.

También se reconocieron en otras categorías oficiales los trabajos Anders, de Reinout Hellenthal (Países Bajos); Soukeina. 4400 días de noche, de Laura Sipán; y Ser o no ser de Esther Paredes (España).