"La gente demanda historia, demanda identidad para comprenderse a sí misma y a la realidad que vivimos hoy". Dolores García (Melilla, 1964) autora de El secreto de Monna Lisa declaraba ayer a este diario que en este momento en que "el mundo occidental nota un cierto tambaleo, gusta el pasado para buscar un conocimiento lo más profundo posible de quiénes somos".

Pero, sentada esa constatación, Dolores García se avenía a un análisis más sencillo: "Vivimos en un mundo muy acelerado, se dispone de poco tiempo, la gente quiere información amena. Una forma de ilustrarse es la novela histórica, porque tiene un rigor, los datos y los sitios son reales aunque la trama no lo sea, además tiene la fantasñia y el encanto de la novela".

Esta era también la idea de Julia Navarro (Madrid, 1953) que ha escrito La Hermandad de la Sábana Santa , ayer presente también en Zaragoza: "Yo creo que la gente quiere entretenerse y conocer cosas del pasado de una manera entretenida, sin tener que meterse en un tratado de historia".

José Calvo Poyato, el tercero de los autores que ayer compareció en la rueda de prensa del Paraninfo, en la primera jornada de la I Semana de Novela Histórica de Zaragoza coincidía con Julia Navarro en el interés que tiene la gente por acceder al "conocimiento asequible, ilustrativo y entretenido".

Este cordobés, historiador además de novelista, explica en su libro la Biblia Negra cómo "había una necesidad de dinero en el siglo XVII español en el que el Estado no cubría los gastos de tanta guerra". Eso es rigurosamente histórico y todo el barroco español, ya desde el Quijote da una idea general de que todo se cae. Lo novelesco es ese texto oculto de alquimia sobre cómo transformar cualquier metal en oro y tras el que anda en la novela el Conde Duque de Olivares "buscando una manera de mantener el aparato del Imperio", explicaba ayer Calvo Poyato.

PERIPECIAS DE LA SABANA

La Sábana Santa es una reliquia en la que ni siquiera la Iglesia entra a decir si es auténtica o no, aunque permita su culto. Hay millones de personas que creen en su autenticidad, y Julia Navarro declara que ella se ha acercado al tema "con respeto, independientemente de que sea o no una reliquia auténtica. Porque lo interesante es que la historia auténtica de esa sábana es bastante novelesca".

Ese es el quicio en el que la escritora hace girar la novela: el lienzo de lino atribuído al sudario de Cristo que se lo llevan los bizantinos, reaparece en la corte de Francia y todas las peripecias, como el incendio en la catedral de Turín y la controversia inacabada sobre la prueba del Carbono 14.

¿Por qué Leonardo se llevó consigo siempre la tabla de la Gioconda, la contemplaba largos ratos, la tenía en una habitación aparte y apenas la mostraba a nadie? ¿Por qué nunca entregó ese retrato al que se lo encargó?. Un discípulo que acompaña a Leonardo da Vinci en los últimos años de su vida en la Corte de Francia logra extraer al sabio renacentista relatos que conforman una trama. "Monna Lisa es un personaje cuya psicología se revela a través de los rasgos del rostro, a través de un método que el propio Leonardo utiliza", explica Dolores García.

La autora indaga en el por qué del interés auténtico mantenido por Leonardo da Vinci hacia esa mujer florentina tan enigmática, "él que era un hombre frío" y bastante displicente hacia los seres humanos, sobre todo en sus últimos años. Hay un secreto que el libro desvela.