Shanday Larios, de la compañía mexicana Microscopía, y Jomi Oligor, de Hermanos Oligor, vuelven a la capital aragonesa con La melancolía del turista, espectáculo que se pregunta sobre el ascenso y la caída de la idea de un paraíso. Una galería de espejismos de lo que se esconde detrás de un paisaje sublimado que ya no existe o que no existió nunca. Una mirada crítica -sin perder el aliento poético de estos creadores- al imaginario del paraíso. Oligor y Microscopía exploran esta fantasía con su lenguaje particular hecho de objetos, mecanismos y miniaturas.

Una obra que tras verse en varios puntos de la geografía nacional llega este viernes al Teatro del Mercado de la capital aragonesa (18.00 horas) donde se podrá ver también el sábado y el domingo en el mismo horario.

La melancolía del turista es una descomposición de instantes y de objetos a través de los que se fija en la imaginación, la idea de un paraíso. Surge de un trabajo de campo por algunos lugares vacacionales de los que se recuperaron vestigios que hablan del ascenso y de la caída de esta fantasía mental. ¿Cuántos segundos tarda la confección y la pérdida de un paraíso? La melancolía del turista es una galería de espejismos de lo que queda detrás de la intensidad de un paisaje sublimado que ya no existe o que nunca existió; de un cuerpo que se difumina en el tiempo y que revive sólo a través de residuos de la memoria. Pero la melancolía, es también un estado de anímico suspensivo que acompaña la excepción, una fuerza activa que nos lleva hacia el deseo de reinventar y reinventarnos en estos lapsos en los que se fractura una inercia de las cosas.

La melancolía del turista es una coproducción de Microscopía y Oligor, del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen de Zaragoza, Iberescena, Festival Grec Barcelona, Le Parvis de Tarbes, Temporada Alta de Girona 2019 y Pyrenart.

Las entradas para cada una de las tres funciones de esta producción cuestan 12 euros y se pueden adquirir en la web del Teatro del Mercado, en los cajeros y web de Ibercaja y en la taquilla del propio espacio desde una hora antes de que comience cada uno de los espectáculos.