El Festival Internacional en el Camino de Santiago propone en el Palacio de Congresos de Jaca un espectáculo singular, Dervish TanDances, Música evolutiva y danza Tanoura, que aúna la tradición oriental con la música electrónica contemporánea para crear lenguaje a medio camino entre el pasado y el presente.

«Este espectáculo es un laboratorio de creación artística multidisciplinar en torno al tema de la interculturalidad», cuenta el músico Cisco Esteves. «Mezcla de música variada y mixta con el baile Tanoura, interpretado por Ibrahim Hassan, el bailarín más talentoso de su generación», apunta. La danza de Tanoura representa la creación del universo, la llegada del hombre a la tierra y expone su evolución metafóricamente. El origen histórico de esta danza giratoria se refleja en una ceremonia religiosa sufí, pero la danza Tanoura se separó de sus raíces religiosas. En esta versión egipcia, las figuras poéticas que cuentan la creación del mundo se alternan en pinturas.

«Por los valores de compartir e intercambiar que ofrece este vehículo, consideramos el espectáculo como una herramienta para transmitir un mensaje de emoción, paz y tolerancia», señala Esteves, quien recalca el hecho de conjugar tradición y modernidad: «Creemos que la música antigua pertenece al presente, no al pasado. Entonces, en lugar de dividirnos, eligiendo la interpretación moderna o la vieja interpretación, como si fueran opuestas, tratamos de situarnos en una obra progresiva, para dibujar un hilo entre el pasado y el presente. Si somos conscientes de la distancia que nos separa del antiguo repertorio, entonces podemos encontrar lo que estas otras músicas nos pueden decir sobre nosotros mismos. Lo que finalmente se reduce a escuchar al otro, a evolucionar con la alteridad, ya sea histórica, cultural, filosófica...», conlcuye.