Nata Moreno fue una de las grandes triunfadoras de la última gala de los Forqué ya que la zaragozana se llevó el premio con su primer largometraje, el documental Ara Malikian, una vida entre las cuerdas que ha causado sensación a pesar de que en algunas ciudades como la propia Zaragoza ni siquiera llegó a las salas... Y aunque la cineasta fue muy clara el mismo sábado cuando dijo que «no esperaba nada» de los Goya más que ir «con mucha ilusión», la pregunta está en el aire. ¿Está el Goya al Mejor documental más cerca para Nata Moreno?

A priori, la respuesta podría ser clara. No. Y es que los Forqué no dejan de ser los premios de los productores mientras que los Goya son los de la Academia de Cine por lo que el universo de votantes es absolutamente diferente. Pero, ¿qué ha sucedido otros años? Echemos un vistazo a los números.

Los Forqué instauraron una categoría de Mejor documental o película de animación (hasta el 2016 el premio era conjunto) en su edición del 2004. Y desde entonces de las 16 ediciones celebradas, en seis años han coincidido el premio a documental en los Forqué y en los Goya. En el 2005, la triunfadora por partida doble fue El milagro de Candeal, de Fernando Trueba mientras que en el 2007 lo fue Cineastas en acción, de Carlos Benpar, y un año más tarde, Invisibles, un documental de autoría múltiple con firmas como las de Isabel Coixet, Wim Wenders, Fernando León de Aranoa y Mariano Barroso.

Tres años después, en el 2011, la situación se volvió a dar con el documental Bicicleta, cuchara, manzana, de Carles Bosch pero, desde entonces, los galardones tomaron caminos separados hasta hace dos ediciones. Y es ahí donde puede considerarse que las opciones de Nata Moreno de repetir el galardón se multiplican ya que tanto en el 2018 con Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón, como el año pasado con El silencio de otros, de Almudena Carracedo y Robert Bahar, los dos grandes premios del cine español eligieron al mismo largometraje. ¿Casualidad?

Es decir, hablando en números globales, desde que ambos premios reconocen al mejor documental, la coincidencia entre los votantes de uno y otro ha sido de un 37,5%. Ahora falta por ver si en la gala de los Goya que se celebrará en Málaga el próximo 25 de enero, Nata Moreno también consigue subirse al escenario por segunda vez para recoger un premio o es otro documental el afortunado. Entre sus rivales no hay que olvidar que está el trabajo de Gaizka Urresti (vasco pero afincado en la capital aragonesa desde hace muchos años), Auterretrato. Las otras dos candidatas son El cuadro, de Andrés Sanz, e Historias de nuestro cine, de Ana Pérez-Lorente y Antonio Resines. Es decir, los mismos contrincantes que estuvieron en la horquilla final para llevarse el Forqué este pasado fin de semana.

«Los premios son una cuestión caprichosa y dependen de muchas variantes y en los Goya votan actores, técnicos, guionistas... Claro que me encantaría conseguir un Goya, pero vamos a ir otra vez sin esperar nada y a disfrutar de estar allí», aseguraba ayer a este mismo diario una Nata Moreno que tenía claro que lo mejor es ir a las galas sin esperar nada: «Estar allí, entre los cuatro finalistas de 78 documentales ya era una fiesta, y más porque los otros tres eran fantásticos, de una calidad tremenda y con unos directores que tienen miradas muy personales».