ARTISTA Javier Paxariño, presentando

Dagas de fuego sobre el laberinto

LOCAL Teatro Arbolé

FECHA viernes, 28 de marzo

ASISTENCIA cerca de 100 espectadores

El granadino (malagueño de adopción) Javier Paxariño no solo es uno de los intérpretes más notables del panorama musical español (saxos, flautas y cualquier instrumento susceptible de ser soplado); también es un músico "mordido" por el gusanillo de la búsqueda sonora y animado por el gozo de los encuentros musicales. Así las cosas, al margen de sus colaboraciones con otros artistas, Paxariño ha esculpido una sólida trayectoria personal indagando en las costuras del jazz, los paisajes de la new age y las vibraciones de eso que comúnmente conocemos como world music.

Uno, personalmente, siempre ha preferido al Paxariño más carnoso y alejado de los parámetros de la nueva era, por lo que la escucha de Dagas de fuego sobre el laberinto, su nuevo y reciente álbum, que el viernes presentó en el ciclo de Arbolé Los que siempre vuelven, me ha resultado una experiencia singular.

Acompañado por dos músicos excelentes (Josete Ordóñez, instrumentos de cuerda; y Manuel de Lucena, instrumentos de percusión), los mismos con los que ha trabajado en el disco, Paxariño trazó el viernes en arbolé un vibrante y sinuoso paseo rítmico por las dos orillas del Mediterráneo, en un arrebatador viaje de ida y vuelta (y sin pasaporte ni visado).

En Con el tiempo en la mano hermanó Extremadura con el Magreb; en Dolores de amor insufló aires balcánicos a una pieza tradicional sefardí recopilada por el musicólogo Isaac Levy; el ritmo de tanguillo apareció en Juegos de Zaira; la balada El alma en el suelo es todo un lamento del sufrimiento del pueblo palestino, que parte de un texto de la poetisa de Ramala Hala Al Shoroof; El paseo de la farola, con estructura de bulería, dio paso a Velahí, una composición de aromas orientales rematada con un soplo jazzístico en dialogo con un oud eléctrico casi psicodélico: casi una recreación, salvando todas las distancias salvables y en otra clave sonora, del encuentro de Ornette Coleman con Master Musicians Of Jajouka en Dancing in Your Head. Y más: un homenaje, pasando por el África subsahariana, a Joe Zawinul; una revulsiva Fiesta en el Realejo, conectando tradiciones sefardíes y klezmer; una balcánica Danza circular, del álbum de 1998 Perihelión...

En fin... Paxariño, vital, envolvente y con gran pulso, en feliz conexión con sus puntillosos colegas. Paxariño, en libertad creadora apurando la esencia del directo, recordándonos a Leonard Cohen: Como un pájaro en el cable / como un borracho en un coro nocturno / he intentado a mi manera ser libre.