ULTIMO RECONOCIMIENTO ELEGIDO AYER PREMIO ARAGON GOYA 2003 DE PINTURA QUE OTORGA LA DGA Y QUE RECIBIRA EN ABRIL EN FUENDETODOS

NACIDO EN SEVILLA, 1934

ETAPAS PICTORICAS TRAS UNA PRIMERA EPOCA INFLUENCIADO POR EL INFORMALISMO Y EL POP, EN LOS AÑOS 70 LLEGA A UNA SINTESIS LO QUE SE DENOMINA EL EFECTO GORDILLO. DESDE LOS 80 ENTRA EN UNA ETAPA MAS INTIMA Y PSICOLOGICA.

--¿Qué ha sentido al conocer que le han premiado con el Aragón-Goya 2003?

--Lo más importate es el nombre del premio. La figura de Goya en la pintura mundial es tan fundamental que el sentirse amparado por su nombre siempre es muy importante.

--Qué tiene usted de Goya? ¿El carácter de novedad, de búsqueda?

--En ese sentido de búsqueda me he movido bastante y he intentado siempre estar en la punta de la lanza, de la vanguardia. Siempre lo he estado intentando.

--Usted dijo hace un año en Zaragoza que cada cuadro lo tiene que reinventar desde cero y con un tremendo esfuerzo.

--Si, esa es mi ilusión, porque existe el tipo de artista que de alguna manera encuentra un prototipo de trabajo y da la impresión de que se dedica toda su vida a hacer clónicos, como una fabricación. Yo siempre me he querido apartar de ese tipo de artista. Y me da la impresión de que si me repito es como si hiciera un trabajo negativo.

--¿Se siente cómodo al ser considerado como padre de las vanguardias en este país?

--En mi obra en los años 70 a mí se me pone como el padre de la nueva figuración madrileña y se insiste sobre todo en ese papel histórico. Y tengo el miedo a veces de pasar a la historia exclusivamente por eso. Porque la idea que tengo es que mi obra más importante se ha hecho a finales de los 80 y en los años 90. Es donde yo me reconozco más tranquilo con mi obra. Creo que es ahí donde la densidad de mis cuadros es superior. Pero eso, hay gran parte de la crítica que quizá por pereza no quiere reconocer.

--En esta última etapa se ha dicho que ha llegado a una reflexión fría y metódica que hace de usted un clásico

--Lo que sí he visto es que los jóvenes abstractos de los 80 y los 90 han tenido mucha relación con mi obra. Incluso mucha más que la que tuvieron en los 70 los jóvenes madrileños como Quejido, Peérez Villalta o Alcolea. Y eso es una cosa que no se dice claramente.

--¿Hay algún pintor aragonés de este momento con esa influencia del Gordillo último?

--En Zaragoza tenemos a Enrique Larroy que admira mucho mi obra y podría ser un prototipo de esos artistas a los que me refiero.

--¿Su pasión reconocida por la música culta contemporánea se traslada a su pintura?

--Hombre, yo no sé si se traslada. Lo que sí sé es que sigo muy de cerca esa música (tan difícil de comprender, aunque la vanguardia plástica llega a niveles de dificultad mucho mayores y no me refiero a la vanguardia plástica pictórica). Pero yo siempre en el estudio escucho mucha música y algo tiene que pasar de un lado a otro.

--En ese forcejeo continuo entre la razón y la emoción que puede reconocerse en Goya o en usted mismo, ¿ve que va dominando ya la razón, o persiste el forcejeo?

--Yo diría que desgraciadamente sigue el forcejeo y creo que me moriré en ese desagradable estado.