Michael Jackson se presentó ayer ante un juez del tribunal del condado de Santa Bárbara (Los Angeles) y se declaró inocente de los cargos de abusos sexuales a menores que se le imputan. Pero en la cita judicial el cantante se encontró con una nueva e inesperada acusación: la de secuestro de un menor. Jackson, ahora, se enfrenta a un total de 10 cargos en su contra: cuatro de pederastia, otros tantos por embriagar a un menor, uno de intento de pederastia y aún otro de secuestro de un menor.

La comparecencia de Jackson fue en esta ocasión más seria, lejos del espíritu circense que marcó su anterior visita al juzgado, en la que llegó a bailar sobre un vehículo. Esta vez, la estrella fue incluso puntual. En concreto, entró en el tribunal 45 minutos antes de la hora establecida. En enero, fue reprendido por el juez por aparecer 20 minutos tarde.

El autor de Thriller efectuó un breve discurso a la salida del juzgado. "Quisiera agradecer a los fans de todo el mundo el apoyo y cariño que he recibido de cada rincón de la Tierra", comentó escoltado por sus padres y dos hermanos ante una multitud de no más de 100 seguidores, una congregación mucho menor que la de enero. En la cita judicial de ayer, Jackson se presentó con un nuevo abogado después de deshacerse de los dos que tenía hasta hace poco más de una semana. Thomas Mesereau, el letrado sustituto, realizó también una declaración: "Este caso sólo persigue demostrar una cosa: la integridad, la dignidad, la decencia, el honor, la caridad, la inocencia y la completa vindicación de un ser humano maravilloso que se llama Michael Jackson".

La nueva acusación contra la estrella se formuló después de que un jurado escuchara a principios de mes y a puerta cerrada el testimonio de un menor de 12 años, a quien atañen los 10 cargos.

Los detalles y la transcripción de esta declaración se mantiene bajo secreto de sumario para proteger la identidad de la supuesta víctima y asegurar las condiciones adecuadas para un pleito justo. De la cita de ayer no salió ninguna fecha concreta para el inicio del juicio.

DOS IMPLICADOS MAS

La última acusación podría complicar gravemente la situación del exrey del pop, quien se encuentra en libertad tras depositar una fianza de unos tres millones de euros (500 millones de pesetas).

El secuestro, al igual que los demás supuestos delitos, ocurrieron entre febrero y marzo del año pasado. Los investigadores barajan la posible implicación de dos hombres, según la cadena Fox, dos ayudantes del cantante que habrían ofrecido dinero a la madre del menor para que éste volviese al rancho de Neverland. La próxima comparecencia del considerado rey del pop en el juzgado está prevista para el 28 de este mes.