La Palma de Oro de la 57 edición del Festival de Cannes tiene un innegable tono político. El documental de Michael Moore Fahrenheit 9/11 ha conseguido la mayor distinción del certamen y no precisamente por sus valores cinematográficos. El jurado presidido por Quentin Tarantino ha premiado la despiadada bofetada que el autor de Bowling for Columbine propina a George Bush en su último largometraje. El galardón, que por primera vez recae en un documental, se une al de la crítica (Fipresci).

"¿Qué habéis hecho?", dijo Moore mirando al jurado. Visiblemente emocionado, el realizador reveló que hoy se había vendido esta película a Albania y agregó con una sonrisa irónica: "Todos los países podrán ver el documental, excepto uno". También tuvo un recuerdo para el conflicto de Irak, al expresar su deseo de que las muertes habidas en esta guerra no hayan sido en vano.

Dedicó el premio a su hija y "a todos los hijos de América que están en Irak y a los que sufren las acciones de EEUU". Moore citó una frase de Abraham Lincoln, en la que afirmaba que si se dice la verdad al pueblo, el país está a salvo. Precisó que su intención al rodar Fahrenheit 9/11 ha sido la de que salga la verdad.

LAS FAVORITAS, FUERA

Las dos películas favoritas para la Palma de Oro se han quedado incluso fuera del palmarés: 2046 , de Wong Kar-wai, y Diarios de motocicleta , de Walter Salles, se van de vacío. Sólo una de las destacadas, la coreana Old boy , de Park Chan-wook, ha recibido el Gran Premio del Jurado.

Han sorprendido relativamente los premios de interpretación. Un niño japonés de 13 años se ha llevado el de mejor actor por su actuación, esforzada y convincente, en Nobody knows , que recrea un suceso real, cuando tres niños deben subsistir al ser abandonados por su madre. Como mejor actriz se destacó a la china Maggie Cheung, por la cinta francesa Clean , realizada por Olivier Assayas, y en la que lleva el gran peso del relato, junto a Nick Nolte.

Son dos galardones que no pueden tacharse de injustos pero para los que había unos candidatos más sobresalientes, como Tony Leung por 2046 , y Zhang Ziyi, por este filme y el de Zhang Yimou.

La decisión del jurado más dura de entender ha sido la del premio al mejor director, que ha recaído en Tony Gatlif por la producción francesa Exils en la que el realizador gitano narra el viaje iniciático de una joven pareja a través de España para llegar a Argelia y recuperar sus raíces. Gatlif agradeció el galardón a Tarantino hablando en castellano: "Señor presidente, gracias".

Otro galardón para el cine francés, que habitualmente sale malparado en el palmarés de Cannes, fue el de mejor guión, concedido Agn¨s Jaoui y Jean-Pierre Bacri que también son, respectivamente, realizadora y protagonista de la película.

El Premio del Jurado tuvo dos ganadores: la actriz Irma P. Hall por The ladykillers y el director tailandés Sud Pralad por Tropical malady . Otra decisión caprichosa. La intérprete de la última producción de los hermanos Coen no hace ningún alarde destacable y el filme de Pralad, que provocó las mayores deserciones en su proyección para la prensa, es de una supuesta exquisitez y de pesada visión porque apenas sucede nada.

Whisky , dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, proyectada en la sección Un certain regard , ha tenido dos galardones: el premio Regard Original y el que da la Fipresci en esta sección paralela.