El director granadino de teatro y cine, que también fue novillero, escultor, pintor y guionista, Antonio García Molina falleció el domingo en Madrid víctima de un cáncer de hígado. Comenzó como estra en los spaghetti wéstern que se rodaban en Almería y luego se trasladó a Venezuela donde debutó con El regreso de La Sabina. Firmó también Ladrón de chatarra, Seducción mortal, con Nadiuska, y Sor Juana de la Cruz.